El gobernador de la provincia argentina de Río Negro, Carlos Soria, murió en la madrugada de hoy tras recibir un disparo en la cara después de las celebraciones del Año Nuevo, informaron fuentes oficiales.

 

 

“Fue un accidente doméstico con un arma de fuego. Ahora la justicia deberá determinar el modo, las formas de lo sucedido”, dijo a radios locales el vicegobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck.

 

 

Soria, de 61 años, recibió el disparo en un establecimiento rural de su propiedad de las afueras de la ciudad rionegrina de General Roca, a unos 1.350 kilómetros de Buenos Aires, donde pasaba las fiestas de Año Nuevo junto con familiares y allegados.

 

 

El mandatario provincial falleció en un hospital de General Roca al que había sido trasladado herido de bala en el pómulo izquierdo.

 

 

Soria “estaba feliz, contento, por todo lo que había conseguido. Es un golpe tremendo que nos tira al piso: estamos tratando de entender lo inexplicable”, apuntó el vicegobernador Weretilneck, quien quedará al frente de la gobernación de Río Negro hasta 2015.

 

 

Dirigente del Partido Justicialista (peronista) de la presidenta argentina, Cristina Fernández, el gobernador de Río Negro había asumido su cargo el 10 de diciembre, tras ganar las elecciones del pasado septiembre en ese distrito con el 50 % de los votos. EFE