Kabul.La policía afgana ha detenido al suegro y ha reforzado la búsqueda del marido de la adolescente liberada hace una semana tras sufrir seis meses de tortura y encierro por su negativa a ser prostituida, informó a EFE  una fuente oficial.

 

“Continuamos con la búsqueda de los responsables. Hemos arrestado al suegro y tenemos a un equipo de diez agentes buscando al resto de la familia, entre ellos el marido de la chica torturada”, dijo el portavoz de Interior afgano, Sediq Sediqi.

 

El pasado 27 de diciembre las autoridades rescataron a una joven de 15 años, Sahar Gul, tras hallarla encerrada en un sótano del domicilio de su familia política en la provincia de Baghlan, en el norte de Afganistán.

 

Sahar Gul llevaba cerca de un año casada con su marido, que le dobla la edad, y declaró a la policía que recibía numerosas palizas y que la maltrataban por negarse a tener relaciones sexuales “con invitados de la familia”.

 

La adolescente fue ingresada en estado grave en un hospital local y uno de sus cuidadores, Gul Mohamed Wardak, explicó que la joven presentaba arrancamientos de las uñas en las manos y señales de quemaduras en diversas partes del cuerpo.

 

Las fuerzas de seguridad arrestaron de inmediato a la suegra de Sahar, pero el resto de la familia se dio a la fuga, por lo que la policía inició un dispositivo de búsqueda y captura que hasta ahora solo ha permitido dar con el suegro, arrestado ayer.

 

La chica se encuentra actualmente en un hospital de la capital afgana, Kabul, y las autoridades han pedido autorización a sus padres para trasladarla a un centro sanitario de la India, donde puede recibir un mejor tratamiento.

 

La Misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) denunció hace un mes que queda un “largo camino por recorrer” en la aplicación de la legislación que protege a las mujeres afganas contra la violencia de género.

 

Según este organismo, en Afganistán las leyes chocan con prácticas socialmente aceptadas como la compra-venta de mujeres para el matrimonio, las bodas infantiles o forzadas, las violaciones y el “baad” (regalo de una mujer para resolver una disputa familiar).

 

Pocos días después de esta advertencia de Naciones Unidas, tres hermanas menores de edad -de 8, 12 y 17 años- fueron atacadas con ácido por los familiares de un pretendiente rechazado por una de ellas en la provincia norteña de Kunduz. EFE