Hace cinco años la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa presentó a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal una propuesta para el manejo de la basura que contemplaba un ahorro anual de hasta mil millones de pesos por la separación de residuos, la transformación de gas en combustible y electricidad, así como la venta de material para reciclado.

 

“Si en el Gobierno del DF hubieran atendido a tiempo estas ideas, no habrían tenido el problema que tienen ahora”, señaló Gustavo Viniegra, autor de la propuesta que sugería la separación de los desechos desde el hogar.

 

Según el académico de haber atendido estas recomendaciones, se hubiera reducido hasta 10% la basura enterrada y abaratado hasta 60% el costo del transporte y el costo por manejo de tonelada.

 

Otra de las sugerencias consistía en la construcción de 12 estaciones de selección y distribución de desechos, principalmente en las delegaciones cercanas al Bordo. En estas estaciones a las que la basura llegaría ya separada, se transformaría, se distribuiría a las empresas de reciclaje y al vertedero la que ya no se pudiera reciclar o reusar.

 

El tercer punto se complementaría con una planta de transformación de composta y otra para la transformación de gas metano. La composta se usaría para parques y jardines locales, mientras que el gas se transformaría en combustible para los vehículos oficiales y transporte público.

 

Ahora, en lugar de ahorrar, desde que estalló la crisis de la basura, a mediados de diciembre, el gobierno capitalino debe gastar entre 100 y 140 pesos por tonelada de basura para que la reciban en tiraderos privados como el Bicentenario en Cuautitlán Izcalli.

 

Por cada peso que el gobierno hubiera invertido en un proyecto alterno, hubiera podido recuperar 6.5. Pues la relación que tiene el gobierno con los líderes de los pepenadores le hubiera permitido a la administración negociar precios promedio de un peso por kilo de material de reciclaje que a su vez hubiera podido revender a 5 pesos, en promedio.

 

“Ahora tienen un problemón: qué hacer con la basura orgánica y cómo negociar con CEMEX la incineración de la basura combustible. Según entiendo, la composta producida no ha encontrado mercado y los tiraderos foráneos cada vez tienen más dificultades para que acepten la basura del DF”, dice el investigador.

 

De los 12 millones de toneladas que produce todo el día la capital del país, 3.6 (cartón, vidrio, papel, plásticos) se podrían reciclar; 2.4 millones de toneladas podrían convertirse en combustibles, y 20 toneladas para la generación de composta, con ello, solamente llegarían al tiradero la mitad de la basura que se produce diariamente.

 

Si la propuesta de Viniegra hubiera prosperado, este año se hubieran dado los primeros pasos para el aprovechamiento de la basura, lo que no sólo hubiera solucionado la saturación del bordo poniente sino también, hubiera ayudado a disminuir la contaminación que genera el tiradero (pues se lograría disminuir la filtración de lixiviados al subsuelo).