La idea de que solo dos aspirantes lleguen a la elección interna que definirá al candidato presidencial del PAN salió de Los Pinos y es una sugerencia directa del presidente Felipe Calderón hecha a a los tres precandidatos desde mediados de noviembre en una reunión privada en su despacho. En aquel encuentro, presentes Santiago Creel, Ernesto Cordero y Josefina Vázquez Mota, el presidente deslizó: “habría que considerar la conveniencia de reducir el número de precandidatos, revisar cómo van las preferencias y que solo vayan a la elección los dos mejor posicionados”.
Entonces el tono de Calderón fue de “sugerencia” y así lo tomaron los precandidatos que no dijeron ni sí ni no a la propuesta del presidente. Cuando el planteamiento de Los Pinos se filtró a los medios, el 27 de noviembre, en reunión interna en el CEN panista, se volvió a hablar de la posibilidad de que cada aspirante autoevaluara quién debía bajarse de la contienda.
Desde el principio fue claro que la propuesta de Calderón llevaba destinatario específico y ese era Santiago Creel. Ya para entonces encuestas internas entre la militancia del PAN hablaban de un desplazamiento del ex titular de Gobernación a un tercer lugar, rebasado por Ernesto Cordero, aunque en los sondeos a población abierta aún no estaba claro si Creel había caído tanto.
El cálculo calderonista era claro: en un enfrentamiento directo con Josefina Vázquez Mota, sin la figura de Creel que dispersa parte del voto de los consejeros panistas, Ernesto Cordero tenía más posibilidades de crecer y dar alcance a la diputada con licencia. Había que eliminar entonces a Santiago y dejar el camino libre para que en este último mes de campaña, e incluso en el debate televisivo programado, se iniciara una estrategia fuerte a favor de Cordero en un “têt a têt” con Vázquez Mota.
Pero como no fructificó el intento de que fuera “voluntaria” la declinación de Creel, con el inicio de año vino la decisión del CEN panista que convierte en “orden”, aún sin la aceptación de los precandidatos, lo que nació como “sugerencia” presidencial. Y no hay duda que el perjudicado con la “consulta indicativa”, como eufemísticamente le llamaron en el PAN a la operación “anti-Creel”, será el ex secretario de Gobernación que nunca fue un aspirante bien aceptado en la casona de Parque Lira.
Si logran deshacerse de Creel y éste no hace un pataleo que pueda repercutir en una impugnación ante el Tribunal Electoral federal por violación de sus derechos, entonces será más claro que nunca que en Los Pinos ya decidieron jugarsela a favor de Ernesto Cordero y que, una vez que tiren a Creel, las baterías se enfocarán, todas, económicas y políticas, a frenar a Josefina y culminar la candidatura del delfín calderonista. La pregunta sigue siendo cómo reaccionará la militancia panista.
NOTAS INDISCRETAS… Mientras Alejandra Barrales anunció que hoy inscribe su precandidatura al GDF, Miguel Ángel Mancera lo hará el fin de semana porque aún estudia si tiene que presentar licencia o renuncia por la designación presidencial de su cargo. Mario Delgado ya confirmó que presentará su renuncia y Martí Batres dice estar listo para registrarse al igual que Carlos Navarrete y otros aspirantes más. El problema para el PRD será que no puede hacerse una encuesta con tantos precandidatos –hay listas de hasta 12– y tendrán que depurar, a la hora de aceptar o rechazar los registros ¿Quienes realmente llegarán a la encuesta del 14 de enero? Probablemente sólo tres: Mancera, Barrales y un tercero que puede ser Navarrete o Martí… Los dados mandan Serpiente. Primer tropezón del año.
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