Londres. El grupo extremista Boko Haram, vinculado a la red terrorista Al-Qaeda, amenaza hundir a Nigeria en una guerra civil, tras llevar a cabo una serie de ataques contra católicos.
Al menos 28 personas han muerto entre el jueves y viernes en el norte de Nigeria en tres ataques contra cristianos, tras expirar un ultimátum de los islamistas de Boko Haram a los fieles de esa confesión para que abandonen esa zona del país.
El grupo, nacido en 2004, cuyo nombre significa en lengua hausa “la educación occidental es un pecado”, quiere un Estado islámico en el norte del país, con una aplicación estricta de la sharia.
Después de asesinar a 504 personas el año pasado en diferentes acciones como ataques a templos católicos, comisarias y cuarteles militares, incluido robos a bancos, los islamistas radicales están rápidamente convirtiéndose en nuevo “Talibán” africano.
La víspera, al menos 20 personas fueron asesinadas en el estado de Adamawa, en el norte de Nigeria, cuando pistoleros abrieron fuego contra una iglesia católica en Yola, la capital provincial y en una funeral en la ciudad de Mubi.
El jueves por la noche, hombres armados irrumpieron en una iglesia en la ciudad noreste de Gombe y abrieron fuego contra fieles que estaban orando, matando a ocho personas, incluida la esposa de pastor.
La secta fundamentalista islámica nigeriana Boko Haram es la responsable de una serie de ataques y estallidos de bombas en las entidades nigerianas norteñas de Gombe, Damaturu, Maiduguri y Adamawa.
Abul-Qaqa, vocero de la secta, indicó en una conversación telefónica con los medios locales que el grupo es el responsable de los ataques del jueves y del viernes.
“Estamos ampliando nuestras fronteras a otros sitios con el propósito de demostrar que la declaración de un estado de emergencia por parte del gobierno federal nigeriano no nos disuadirá”.
“De hecho, siempre podemos modificar nuestra táctica. En realidad podemos dirigirnos hacia donde queramos. Para que regrese la paz, el gobierno federal debe liberar a todos nuestros hermanos encarcelados en diferentes prisiones”, señaló el vocero.
El vocero señaló que el ataque en Mubi, en el estado de Adamawa, fue parte de la actualización del ultimátum emitido a los cristianos del sur del país para que evacuen el norte de Nigeria.
“Un grupo del sur amenazó y empezó a atacar a los habitantes del norte. La verdad es que siempre enfrentaremos a quienes ataquen a nuestros hermanos”.
El presidente Goodluck Jonathan ha declarado estado de emergencia en las cuatro entidades afectadas por la violencia, particularmente después de Navidad cuando los islamistas mataron a 40 personas en ataques coordinados contra templos católicos.
Aunque la medida fue decretada el pasado 31 de diciembre, los analistas locales consideran que gobierno central ha sido débil y lento en responder a las acciones armadas de Boko Haram.(Notimex)