Santiago de Chile.  El director galés Peter Greenaway, que hoy dirigirá un espectáculo audiovisual en el centro de Santiago, insiste en que el cine “está muerto” y hay que reinventarlo, y asegura que está fascinado por hacer películas, pero no por verlas.

 

“Creo que el cine está muerto, terminado, pero también creo que ahora tenemos la imaginación, las herramientas y el optimismo para pasar a algo nuevo. Existe una necesidad de reinventar el cine”, apuntó Greenaway en declaraciones que publica hoy el diario El Mercurio.

 

El director, de 69 años, presentará en la noche de este sábado en el Paseo Bulnes, frente al Palacio de la Moneda, su espectáculo “Lupedia”, uno de los principales atractivos del festival de artes escénicas “Santiago a Mil”, que se celebra cada mes de enero.

 

En esta ocasión, Greenaway se subirá a una plataforma y, convertido en un “video jockey”, manipulará una gran pantalla de plasma táctil que emitirá más de 3.000 efectos de sonido y secuencias audiovisuales a través de cinco televisores gigantes.

 

El director asegura que ni siquiera se atreve a decir que este espectáculo, que algunos han descrito como el “nacimiento del cine en vivo”, sea el futuro del cine, “pero es una muestra razonable de uno de los caminos que podría tomar”, apunta.

 

Aun así, el polémico realizador admite que aún está haciendo películas “llamémosle convencionales”.

 

Autor de cintas como “El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante” (1989), Greenaway confiesa además que no va al cine porque le parece “muy aburrido”, un adjetivo que aplica a películas tan dispares como el clásico “Casablanca” y la reciente “Avatar”.

 

“Seguro que a muchos les pasa que luego de cinco minutos viendo una película ya sabes lo que sucederá”, explica.

 

Pero aunque no le gusta ir al cine, al director le sigue gustando mucho hacer cine, según cuenta.

 

“En los próximos seis o siete años espero hacer unas cinco películas, pero no creo que vayan a ser muy vistas. Estoy ansioso y fascinado por hacerlas, pero no particularmente emocionado por verlas”, puntualiza.

 

Ese sentimiento se agudiza con el paso del tiempo, y se transforma en un distanciamiento entre el autor y su obra.

 

“Casi nunca miro mis películas seis meses después de hacerlas. Pero cuando me obligan o me persuaden a verlas, muchas veces siento que no fueron hecha por mí, sino por alguien completamente diferente”, explica.

 

Además de presentar “Lupedia”, el realizador dictará este domingo una conferencia magistral en el Centro Cultural Gabriela Mistral y posteriormente presentará dos de sus últimas películas, “La acusación de Rembrandt” y “La maleta de Tulse Tupper: Parte 1”, en un céntrico cine de la capital. EFE