El cantante y actor estadunidense Elvis Presley, considerado una de las figuras más importantes de la cultura popular del siglo XX, será recordado con algunos conciertos y exposiciones con motivo del 77 aniversario de su natalicio.
En la Ciudad de México, Héctor Ortiz, el personificador número uno en América Latina del “Rey del Rock”, ofrecerá un concierto en el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris”, el próximo 29 de enero.
Además, los seguidores de Presley podrán disfrutar esta semana de numerosos conciertos, proyecciones de películas en la pantalla chica e innumerables actos, entre ellos una feria en el Centro de Convenciones de Memphis, Tennessee, denominada “Elvis expo”, con más de tres mil metros cuadrados dedicados al cantante.
Elvis Aaron Presley nació el 8 de enero 1935 en Tupelo, Mississippi. Llegó al mundo acompañado por un hermano gemelo, Jesse Garon, quien no pudo resistir el “shock” del nacimiento y murió a las pocas horas.
Hijo único del granjero Vernon Presley y Gladys Love Smith, quienes vivían muy modestamente y eran miembros de una iglesia evangélica de la “Asamblea de Dios”, comenzó a establecer contacto con la música desde pequeño, ya que participó en coros de gospel.
Con el tiempo, la situación económica empeoró para los Presley, por lo que en 1948 decidieron emigrar a Memphis, Tennessee. Ahí, Elvis compaginó sus estudios con las pandillas callejeras de su barrio, aunque nunca cayó en la delincuencia.
Sus padres le compraron una guitarra vieja que aprendió a tocar al escuchar la radio y tratar de interpretar los diversos temas; fue así como desarrolló un estilo para cantar, que combinaba la música campirana con el blues negro, con lo que creó una mezcla de rhythm & blues, gospel y country.
Al tiempo que cantaba y tocaba la guitarra, instintivamente se movía de tal forma que motivó a que lo apodaran “Elvis la pelvis”, lo cual él odiaba.
Con el paso de los años se convirtió en un muchacho bonachón y poco agresivo, al que le gustaba vestirse siempre de modo llamativo, con el cabello largo y patillas gruesas que siempre lo caracterizaron.
Más tarde se presentó en un concurso en el que interpretó el tema “Old shep”, ante un público que le aplaudió enérgicamente y cuya actuación confirmó que era poseedor de un gran oído musical y una voz distinta, alejada del sonido de la mayoría de los cantantes de la época.
En 1953 grabó las canciones “My happiness” y “That is when your heartache begins” en los estudios de la Sun Records Company, una compañía discográfica de Sam Phillips, donde pagó cuatro dólares por dicha grabación, que posteriormente le regalaría a su madre el día de su cumpleaños.
Posteriormente formó un grupo musical llamado Blackwood, el cual se dedicó a cantar temas espirituales negros por los pequeños pueblos de los alrededores.
Después de que Sam Phillips escuchó a Elvis, le propuso trabajar con el guitarrista Scotty Moore y el bajista Bill Black para buscar que improvisaran canciones para crear un sonido nuevo. Fue así como comenzó el nacimiento de un ídolo que marcaría toda una época en la música.
Después grabó un modesto álbum, en una de cuyas caras interpretó un blues suave titulado “That´s all right, Mama” y la popular canción country “Blue moon of Kentucky”, que fue transformada en un blues romántico.
El resultado fue tan bueno, que su estilo empezó a ser reconocido como “rockabilly” o “country rock”, con un fuerte impacto sureño, aunque posteriormente nadie dudó en definirlo como rock & roll.
En 1954 el disco de Elvis fue escuchado por primera vez en el programa de Dewey Phillips de la emisora radiofónica WMPS, la cual se colapsó por la infinidad de llamadas del público, por lo que en pocos días el primer tema ya era todo un éxito, colocándose en las listas de popularidad.
En poco tiempo se alzó como un ídolo nacional y la revista “Billboard” lo eligió como la promesa más valiosa de la música moderna, galardón sumamente importante debido a que era su primer disco.
La venta de ese material apenas superó los 20 mil ejemplares, pero un año después la RCA vendió medio millón de copias del mismo, el cual fue promocionado por el propio Elvis en un par de emisoras de Nashville y Shreveport.
Los bruscos movimientos de cadera y los balanceos de pelvis un tanto salvajes fueron esenciales para el éxito de Presley; así, los jóvenes encontraron en dichos movimientos una separación de las generaciones anteriores, un motivo de rebeldía unido a la música.
A partir de 1955 el coronel Parker, un flamante “manager”, dirigió todos los destinos de Elvis. Una vez que alcanzó el número uno en todas las listas nacionales y vendió un millón de copias en menos de dos semanas, la palabra de Parker sería una ley para Elvis y las ganancias se repartirían al 50 por ciento.
Elvis también protagonizó 33 películas, tales como “Jailhouse rock” (1957), “Love me tender” (1956), “Loving you” (1957), “King creole” (1958), “Flaming star” (1960), “Viva Las Vegas” (1963), “Stay away” (1968) y “Elvis in tour” (1971), entre otras.
Dichas actuaciones le dieron tanto dinero como jamás imaginó y gracias a ello cumplió el sueño de regalarle una casa a su mamá, una mansión en Graceland que está valuada en más de 100 millones de dólares y actualmente es un museo.
En 1958, Elvis recibió la notificación para incorporarse al ejército, hecho que trastocó todos los planes que tenía la Paramount Pictures y la RCA para “El Rey del rock”.
Sin embargo, Presley pasó los dos años siguientes en la base de Friedburg, donde conoció a Priscilla Beaulieu, hija de un capitán, con quien se casó en 1967 y tuvo a su única hija, Lisa Marie.
Durante los años 60, Elvis experimentó una laguna en su carrera musical que duró ocho años sin presentaciones; la disminución de energía física y el encierro voluntario culminó en 1969, cuando decidió grabar “In the ghetto”, que se convirtió en un disco millonario.
En 1973 se divorció de Priscilla. Mientras tanto, su casa de Tupelo se convirtió en museo y Graceland competía con Disneylandia en el número uno de visitas anuales.
Posteriormente, la National Academy of Recording Arts and Sciences le concedió el premio Bing Crosby, el cual era otorgado a quienes durante su vida habían realizado importantes aportes en el campo artístico o técnico del mundo discográfico.
A principios de 1975, Elvis se enfermó, se habló de una úlcera de estómago, pero el diagnóstico real nunca salió a la luz pública. En esa época, el cantante pesaba más de 100 kilos, era un mujeriego y un maniático.
Su salud se deterioró notablemente tras desequilibrados regímenes alimenticios y la ingesta de ensaladas de medicamentos y otras pastillas. Entre 1976 y 1977 realizó algunas apariciones públicas tras someterse a antinaturales curas de adelgazamiento.
Su última grabación fue en 1977 y ofreció un concierto en Indianápolis. Consciente de que su salud no le permitía dedicarse a las actuaciones en directo, montó un estudio tan cercano a su casa, que no necesitaba de un coche para trasladarse.
A los 42 años, el 16 de agosto de 1977, el cuerpo de Elvis fue encontrado inerte en el suelo de uno de los baños de su mansión y trasladado a Graceland, donde recibió el último adiós por parte de miles de fans.
En 2010 se lanzó la discografía completa del artista, aclamado por su tesitura vocal y movimientos de cadera, incluida en “Elvis 75: Good rockin’ tonigth”, con más de 100 canciones.
En el marco del 33 aniversario de la muerte de Presley, una conocida fábrica de juguetes lanzó su edición especial de “Barbie”, cuyo paquete incluye a la famosa muñeca en pareja con su contraparte inspirada en el artista el día de su boda en Las Vegas en 1967.
El set que fue puesto a la venta por 65 dólares en shopelvis.com y en la web, muestra a un Elvis vestido con un elegante esmoquin negro, pajarita y botas, en tanto que a su esposa Priscilla con traje de novia blanco y velo.
La devoción por Elvis Presley llegó incluso a las redes sociales en Internet, con concursos en las redes sociales, logrando que dos mil de sus usuarios interpretaran a su ídolo en un karaoke virtual.
Los participantes debían dirigirse a una de las páginas de dicho sitio y grabar su versión de “Hound dog”, “If I can dream” y “Suspicious minds”, tres de los mayores éxitos de Presley y de ser ganadores obtendrían un viaje a Tennessee, un estado de la región sur de Estados Unidos.