PARÍS. Un juez instructor de Burdeos investiga la financiación de la campaña en 2007 del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, en relación con el escándalo que rodea a la multimillonaria Lilliane Bettencourt, de la que se sospecha que daba dinero a políticos de la derecha.

 

El magistrado Jean-Michel Gentil solicitó los documentos contables de la campaña de Sarkozy a la Comisión Nacional de Cuentas de Campaña, según la información revelada por la cadena de televisión France 2 y por el diario Sud Ouest.

 

La antigua contadora de Bettencourt, Claire Thibout, confirmó haber entregado 50 mil euros en efectivo al gestor de la fortuna de la millonaria heredera de L’Oréal, Patrice de Maistre, indicaron los dos medios de comunicación.

 

De acuerdo con el relato de Thibout, De Maistre le había dado a entender que ese dinero se lo iba a entregar al entonces tesorero de la campaña de Sarkozy, el ex ministro Eric Woerth.

 

El gestor de la fortuna de Bettencourt se entrevistó en múltiples ocasiones con Woerth, ministro del Presupuesto y responsable de la política fiscal.

 

De Maistre, que contrató como asistente a la mujer del ex ministro, fue condecorado por él con la Legión de Honor.

 

Está imputado por abusar de la debilidad de Bettencourt, por complicidad en abuso de confianza, estafa agravada por la situación de debilidad de su jefa y por blanqueo.

 

El diario Libération añadió que se sigue además la pista de otros 100 mil euros, que supuestamente De Maistre había solicitado a Thibout para dárselos a Woerth junto con los otros 50 mil euros y que la ex contadora aseguró no poder entregarle en metálico cuando aquel se los pidió.

 

El periódico asegura que se sigue “una pista suiza” y que los magistrados del caso pretenden averiguar si De Maistre se desplazó a Suiza “para buscar allí los cien mil euros que faltaban”.

 

Sud Ouest indicó que el juez instructor, que tiene intención de examinar en detalle los documentos sobre la financiación de la campaña que permitió a Sarkozy llegar a la presidencia, va a tomar declaración próximamente a Woerth, que tuvo que dimitir en 2010 cuando se filtraron a la prensa datos de sus relaciones con el entorno de Bettencourt, acusada por otra parte de fraude fiscal.

 

En una primera reacción a France 2, el Elíseo insistió ayer en recordar que la financiación de la campaña del actual jefe del Estado fue objeto de auditoría oficial y que las cuentas están claras. (EFE)