La economía mexicana posee muchos instrumentos que dan cuenta de su estabilidad, aunque en el mediano y largo plazos deberá enfrentar retos de diversa naturaleza para impulsar su crecimiento, indicó Juan Carlos Moreno-Brid, director adjunto de la sede subregional en México de la CEPAL.

 

Planteó que aun cuando el país registra inflación y déficit fiscal bajos, un tipo de cambio flexible, bajas tasas de interés, deuda pública con gran margen de ampliación y reservas internacionales al alza, se prevé que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para el presente año no será mayor a tres por ciento.

 

Al dictar la conferencia “La Economía Mexicana y la Crisis Financiera Internacional”, durante el encuentro “El IPN hacia el Futuro: Prospectiva de la Investigación”, Moreno-Brid expuso que entre los aspectos que se deben tomar en consideración para la reactivación económica se encuentran la reforma y corrección fiscal.

 

De igual forma, se tiene que repensar el modelo de exportaciones, porque aunque está creciendo el rubro también pierde dinamismo, así como corregir el subempleo, la pobreza y la desigualdad, porque frenan el desarrollo económico nacional.

 

El funcionario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) refirió que a pesar de que el modelo económico ha registrado cambios favorables, un aspecto que incide de forma negativa es el hecho de que los ingresos tributarios son muy bajos porque existe una enorme dependencia petrolera.

 

Otro aspecto que Moreno-Brid consideró crucial para reactivar la economía mexicana es la inversión (maquinaria, carreteras, infraestructura, equipo, plantas).

 

Sostuvo en ese sentido que la inversión total de México está por debajo del pico que se tenía antes de la crisis y ese aspecto también se debe revertir.

 

Aunado a lo anterior el nivel de la brecha de desarrollo entre Estados Unidos y México es similar al que existía en 1950.

 

“México tiene una historia de estancamiento económico de 30 años y aunque ya se ha recuperado de la reciente crisis las finanzas públicas, la deuda y el déficit que existen son similares a los que se registraban en 2008”, señaló.

 

Moreno-Brid estimó difícil pensar que las naciones desarrolladas salvarán a las economías en desarrollo, debido a que éstas también están inmersas en la crisis.

 

“Las políticas y desajustes fiscales tan fuertes ocasionan que se profundice la desaceleración de los países desarrollados y esto afecta al resto del mundo”, externó.

 

Planteó que aun cuando “la buena noticia es que México ya salió de la situación difícil, estamos entrando nuevamente en una fase de desaceleración en la Unión Europea y se espera ver qué países entrarán en recesión y cuándo lo harán y de qué manera le afecta esa situación a los países emergentes”.

 

El representante de la CEPAL hizo hincapié en que el país está “fuerte, firme y formal”, pero es importante atender los rubros que se requieren para hacer frente a las situaciones que se presenten a nivel global, porque no es posible que una economía tan abierta como la mexicana salga ilesa de las desaceleraciones futuras.