Los narcotraficantes mexicanos siguen disfrutando de éxito comercial al introducir más droga en Estados Unidos, pese a que el país gastó en la última década cerca de 90 mil millones de dólares en seguridad fronteriza, reporta informe de la Coalición Fronteriza de Texas (TBC).
El informe, elaborado por la Coalición integrada por alcaldes, funcionarios de condados y asociaciones de desarrollo económico de la frontera de Texas con México, enfatizó que en el mejor caso, la inversión en seguridad fronteriza ha dado resultados mixtos.
“Mientras los índices de aprehensión de indocumentados han aumentado en 90 por ciento”, la TBC advirtió que “los cárteles mexicanos de la droga continúan disfrutando de éxito comercial contrabandeando más droga que nunca hacia el país a través de los puntos de cruce legal de la nación”.
El reporte se hace eco de un informe de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO), brazo investigativo del Congreso, que cuestiona los costos y beneficios de la función del Departamento de Defensa para asegurar la frontera suroeste.
El informe de la GAO apuntó que funcionarios del Departamento expresaron su preocupación de “que no existe una estrategia integral de seguridad en la frontera suroeste y que el papel de la Guardia Nacional ha sido “ad hoc” al acomodarse a la falta de un plan”.
“Nuestro éxito nacional depende de la definición y ejecución de una estrategia para derrotar a los cárteles que están atacando a nuestro país”, dijo al presentar el reporte el alcalde de Eagle Pass, Ramsey Cantú, quien funge como presidente de la TBC.
“Sin una estrategia, Estados Unidos continuará perdiendo la guerra por la seguridad fronteriza ante los mejor financiados, equipados, más móviles y ágiles, cárteles de las drogas”, advirtió.
El reporte, denominado “Sin una estrategia: Errores de Estados Unidos en la Seguridad Fronteriza Facilitan y Refuerzan a los Carteles de la Droga”, examinan las políticas de seguridad divididas en dos grandes categorías: Políticas Administrativas y Políticas Congregacionales.
En la primera se incluyen las del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) enfocadas a tácticas –muchas de ellas de operación terrestre- que comenzaron en la década de 1990 cuando la ola antiinmigrante inspiró iniciativas como “Operación Gatekeeper” y “Operación Bloqueo”.
En tanto, las Políticas Congregacionales comprenden asuntos como la construcción de muros y vallas y otras iniciativas aprobadas por el Congreso.
El reporte sugiere que para lograr la seguridad nacional, esta nación requiere de cruces fronterizos bien construidos y equipados que pueden interceptar infractores y facilitar el comercio legítimo y de viaje.
La investigación de la TBC, apoyada por el ex comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, Alan Bersin, precisó que el 90 por ciento de los inmigrantes que intentan cruzar la frontera en forma ilegal son detenidos entre los puntos de cruce.
Mientras tanto, el reporte destacó que solo 28 por ciento de los “mayores violadores”, incluyendo aquellos involucrados en actividades criminales que resultarían en arresto, son detenidos cuando tratan de cruzar por los puntos de cruce legal.