Jon Huntsman confirmó hoy que se retira de la carrera por la nominación presidencial republicana para las elecciones de noviembre en Estados Unidos y anunció su apoyo al exgobernador de Massachusetts, Mitt Romney.
En una comparecencia en Carolina del Sur, donde se celebrarán las próximas primarias, acompañado de su esposa y varias de sus hijas, Huntsman pidió unidad al partido alrededor del candidato que se enfrentará al presidente Barack Obama y señaló: “creo que ese candidato es Mitt Romney”.
El exgobernador de Utah y diplomático, quien ha tenido que enfrentar críticas del resto de aspirantes por su tendencia moderada señaló que es necesario “seguir adelante juntos” e hizo un llamamiento a “acabar con los ataques de unos a otros en vez de hablar con los estadounidenses”.
Huntsman señaló que las elecciones de noviembre serán fundamentales ya que el país “no sólo enfrenta un déficit económico, sino también de confianza” que se superará con “ideas audaces” y el Partido Republicano “es un partido de ideas”.
La decisión de Huntsman se produce menos de una semana después de que quedara en el tercer puesto en las primarias de Nuevo Hampshire, donde había concentrado sus energías electorales y esperaba obtener un buen resultado que consolidara su candidatura.
Sin embargo, su campaña no ha terminado de despegar y aunque dijo que un tercer puesto “da un lugar para seguir en la carrera”, finalmente decidió que sería mejor retirarse.
El político de tendencia moderada dio su apoyo a Romney, quien hasta ahora parece ser el aspirante más fuerte después de ganar los caucus de Iowa, el 3 de enero, y las primarias de Nuevo Hampshire, siete días después.
La decisión de Huntsman de abandonar la carrera puede ayudar a Romney a anotarse otra victoria en Carolina del Sur, el próximo 21 de enero, ya que según indicó el analista Jonathan Karl en ABC la mayoría de los votos del exgobernador de Utha se espera que sean para su correligionario.
Además, Huntsman era uno de los aspirantes republicanos que más había criticado los cambios de opinión de Romney en ciertos temas para ganar apoyos entre los votantes, lo que dejará de ser un problema.
Mientras, el resto de candidatos como el expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, el exsenador de Pensilvania Rick Santorum y el gobernador de Texas, Rick Perry, se disputan el voto más conservador.
Por su parte, el congresista por Texas Ron Paul continúa apelando a su propio electorado, una amalgama de veteranos libertarios y jóvenes pacifistas, después de acabar segundo en Nuevo Hampshire, lo que consideró un triunfo de la libertad y un desafío a los poderes establecidos encarnados por Romney.
Huntsman era probablemente uno de los más cualificados entre los republicanos que aspiran a enfrentarse a Obama en las elecciones presidenciales de noviembre de 2012, pero su mayor obstáculo para conseguirlo fue precisamente haber trabajado para el presidente.
Con un amplio historial diplomático, político y empresarial, de carácter moderado y padre de una familia numerosa y tradicional, la base republicana no le ha perdonado que en los últimos dos años haya sido el embajador del Gobierno de Obama en China.
Casado y con siete hijos, Huntsman sirvió en las Administraciones de cuatro de los presidentes de Estados Unidos; comenzó en la Casa Blanca con Ronald Reagan cuando era muy joven y luego se involucró en los Gobiernos de George Bush y posteriormente con George W. Bush. (EFE)