Cada vez son más los hombres que recurren a la cirugía plástica para mejorar su imagen, esta tendencia aumentó en los últimos 20 años. De acuerdo con la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS por sus siglas en inglés) durante del 2009, en México, se realizaron poco más de 400 mil operaciones de este tipo.
De este total, 30% se practicaron en hombres, quienes acudieron al médico para realizarse desde una rinosplastía o injertos de cabello hasta la colocación de implantes en algunas zonas del cuerpo.
Alfonso Vallarta Rodríguez, tesorero de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (AMCPER), aseguró que en las últimas dos décadas el número de hombres que recurren a la cirugía estética está creciendo.
“Cuando yo empecé, 15% de mis pacientes eran hombres, ahora es casi 30% y la tendencia va en aumento”, explicó Vallarta Rodríguez. “Los hombres, agregó, son igual de vanidosos que las mujeres “.
La asociación detectó que, en cuanto a cirugía estética, los varones se realizan injertos de cabello, reducción del tamaño de las orejas, cirugía de párpados para eliminar las bolsas, corrección de la nariz, el lifting y la colocación de implantes en mentón y pómulos.
La operación de mayor demanda entre los hombres es la liposucción y la abdominoplastía ya que buscan reducir la grasa en el abdomen y la cintura, después para que se les vea músculo en esta área optan por los implantes para dar una apariencia de un “abdomen de lavadero”.
Otros tantos buscan los implantes en pantorrillas y pecho, “los fisicoculturistas son los que más recurren a esto, porque el ejercicio no es suficiente para incrementar la masa muscular”, explicó Rafael Briones, médico adscrito a la AMCPER.
La asociación calcula que, al año se realizan 12 mil 500 cirugías para colocar implantes distintos a los mamarios en personas de ambos sexos. De estas, tres mil 750 se practican en hombres, que oscilan entre los 30 y 50 años.
La colocación de implantes mamarios es la cirugía más recurrente en el país, con 100 mil operaciones anuales. Es decir, por cada ocho pares de senos nuevos en una mujer, se coloca un implante en cualquier otra parte del cuerpo.
Aunque la calidad de las prótesis se ha puesto en duda desde hace un mes, los cirujanos aseguraron que los implantes en México son de lo mejor y están aprobados tanto por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en México, como por la Food and Drugs Administration (FDA) de Estados Unidos.
Los implantes que más se utilizan en México provienen de Estados Unidos, aunque también se utilizan algunos brasileños y de otros países europeos. “Por la cercanía, utilizamos más los estadounidenses, pero hay marcas que también son de buena calidad”, reconoció Briones.
Ahora, dijo, es posible que la alerta mundial emitida por los franceses que dio a conocer la supuesta mala calidad de los Poly Implants Prothese (PIP) sea una ventaja para la industria norteamericana y aproveche el escándalo para bloquear a las empresas francesas, sobre todo en países donde ya tienen asegurado su mercado, como en el caso de México.