La Organización de Naciones Unidas (ONU) advirtió hoy que el mundo está “al borde” de otra recesión económica global principalmente debido a la deuda soberana europea, las medidas de austeridad y el aumento preocupante del desempleo.
El informe de la ONU publicado este martes sobre la Situación Económica Mundial y Perspectivas para 2012, subrayó que “la economía mundial se tambalea al borde de otra crisis importante”.
Hay un riesgo creciente de que los problemas de la deuda soberana europea y las medidas de austeridad se extiendan al resto del mundo este año, ocasionando así una recesión global comparable a la del 2008, destacó el estudio.
Especialistas de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad) prevén una desaceleración del crecimiento económico mundial del 2.8 por ciento, con respecto al 2.6 por ciento del año pasado, asumiendo que la crisis de la deuda europea se pudiera superar.
Además, si los gobiernos de la Unión Europea y Estados Unidos no se las arreglan para crear puestos de trabajo, tener bajo control la crisis de la deuda soberana y fortalecer el sector financiero, “se estima que el crecimiento del producto Interno Bruto (PIB) sería únicamente del 0.5 por ciento”.
A una tasa de crecimiento tan baja, “el ingreso medio mundial per cápita se reduciría”, alertó el informe.
Indicó que algunos de los mayores desafíos serán por un lado luchar contra la crisis del desempleo denominada como el “tendón de aquiles” de los países desarrollados y por otro, el declive de las perspectivas de crecimiento del mundo en desarrollo.
Precisó que una recesión en Europa o en Estados Unidos no es suficiente para provocar una recesión global, pero “el colapso de ambas economías seguramente sí lo podría ocasionar”.
Aseguró que los países desarrollados deben ser prudentes y no implementar medidas prematuras de austeridad dados los bajos niveles de recuperación.
Por otra parte, el informe consideró que “los países en desarrollo, que se había recuperado fuertemente de la recesión mundial de 2009, podrían verse afectados a través de canales comerciales y financieros”.
Países de Asia oriental podrían ver caer sus exportaciones, mientras que las economías emergentes y los países de África, América Latina y Asia occidental se verían perjudicados por los precios de productos básicos.
En el escenario pesimista, el contagio de la deuda soberana podría asfixiar el crédito en el mundo y provocar “un crash en los mercados financieros”, tal como ocurrió con el colapso de Lehman Brothers Holding, advirtió el informe dado a conocer en la sede de la ONU en Ginebra.