MADRID. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró que España apoyará la imposición de una tasa sobre las transacciones financieras que promueve el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
El jefe del Ejecutivo español también dijo que España quiere mantener un puesto en el Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) una vez que el 31 de mayo cese en su puesto José Manuel González-Páramo.
Rajoy hizo estos anuncios en la rueda de prensa que ofreció con Sarkozy, con quien mantuvo en Madrid una reunión de trabajo, y explicó que su petición cuenta con el aval del país vecino.
El propio jefe de estado francés confirmó el apoyo de su país a que España cuente con representación en el Banco Central Europeo.
Tras reunirse con el gobernante galo en el Palacio de la Moncloa, Rajoy expresó su respaldo político a la iniciativa de Sarkozy, aunque destacó la necesidad de estudiar los detalles de la iniciativa para que no suponga un coste para los consumidores.
La propuesta que abandera Sarkozy había contado ya con el respaldo expreso del anterior presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
Según Rajoy, no hay contradicción entre la iniciativa que abandera Sarkozy y la posición de la canciller alemana, Angela Merkel, que aboga primero por debatir la medida en el seno de la UE y después acordarla entre todos.
“Lo que queremos todos es que se discuta, se acuerde y se haga ya”, dijo el jefe del Ejecutivo español tras lamentar el tiempo que invierte la UE en tomar decisiones y el que tarda después en implementarlas.
“Creo que es un asunto en el que se puede tomar decisiones ya” y “cuanto más rápido se haga muchísimo mejor”, señaló.
Sarkozy valoró el apoyo recibido de Rajoy y aseguró que no hay discrepancias con Merkel, en el sentido de que todos están de acuerdo en que lo ideal sería la implantación de una tasa “de carácter global”, no sólo en algunos países.
Pero rechazó la posibilidad de esperar a lograr un consenso global sin hacer nada, y apostó porque “un grupo de países líderes” adopten la tasa para que después se vaya sumando el resto.
Poniéndose en el lugar de Rajoy, se preguntó cómo hay gobiernos que pueden decir a sus ciudadanos que les suben los impuestos y que, al mismo tiempo, se oponen a una tasa sobre las transacciones financieras.
El partido de la canciller Merkel está de acuerdo con este nuevo impuesto, pero sus socios liberales en la coalición de Gobierno sólo lo aceptarían si lo aprueban todos los Estados de la UE.
El Reino Unido adelantó su total oposición a esa medida. (EFE)