Los robos con violencia a casa habitación y a cuentahabiente, fueron los dos delitos “de alto impacto” que no logró abatir durante el 2011 la administración de Miguel Ángel Mancera al frente de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).

 

Así lo confirmó el Reporte del Incide Delictivo de la Ciudad de México (Rinde) presentado ayer por el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del DF, elaborado a partir de los mismos datos oficiales de la Procuraduría capitalina.

 

En términos generales, la estadística confirmó que la incidencia delictiva en el 2011 de los 14 principales delito “de alto impacto”, tuvo una reducción del 12.8% respecto a 2010.

 

Sin embargo, en el análisis particular de cada uno de los ilícitos, el Consejo Ciudadano identificó un foco rojo en materia de robo a casa habitación con violencia, delito que en tan sólo 12 meses se incrementó 13.3%, al pasar de 736 casos en 2010 a 834 en 2011.

 

Con una alerta amarilla se ubicó al robo a cuentahabiente, el cual pasó de mil 365 denuncias en 2010 a mil 381 en 2011, lo que evidenció un incrementó del 1.2%.

 

Tras presentar el Reporte de Incide Delictivo de la Ciudad de México (Rinde), el presidente del consejo, Luis Wertman Zaslav, reconoció que el gobierno capitalino tiene un pendiente importante en combatir esos delitos, aunque advirtió que en lo referente al robo a casa habitación es de igual o mayor importancia la prevención.

 

“De acuerdo con la estadística, del 100% de los casos que presentaron, en el 68% la victima fue abordada cuando llegaba a su domicilio; es decir, entró a la casa junto con el delincuente; por eso la importancia de fijarnos antes de entrar casa quien puede estar alrededor y no ir distraídos”, subrayó.

 

Agregó que en otro 20% de los casos, los asaltantes engañaron a los residentes ofreciéndoles un servicio para que voluntariamente les abrieran la puerta, y sólo en el 12% hubo una irrupción violenta en el de domicilio, ya sea derribando puertas o rompiendo ventanas.

 

Entre otros datos significativos, cabe destacar que en el 66% de los robos a casa habitación participaron de uno a dos asaltantes; en el 26% de los casos, fue de tres a cuatro individuos, y en el 8% restante eran más de cuatro.

 

En 85% de los atracos no hubo lesionados pese a la violencia empleada, en 47% hubo amenazas con arma de fuego, y en el 9% los inquilinos fueron amordazados.

 

Respecto a lo que más se roban, 36% fue dinero, 12% alhajas, 14% aparatos electrónicos, y el resto diversas cosas. En siete de cada 10 casos, el monto de lo robado no superó lo 10 mil pesos.

 

“Cabe señalar también que en 23% de los robos la víctima sabía quien era la persona que lo robó”, indicó Wertman, al reiterar la importancia de que la gente esté siempre alerta respecto a su vivienda, y a quien dejan entrar a la misma.

 

Por su parte, el subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la PGJDF, Hiram Almeida Estrada, reconoció que el número de casos se incrementó el año pasado, aunque afirmó que también lo ha hecho la eficiencia de la procuraduría para combatir este ilícito.

 

Como ejemplo, señaló que durante 2010 se desarticularon 104 bandas dedicadas al robo a casa habitación y se detuvieron a 416 personas relacionadas con este ilícito, mientras que para el 2011 se desintegraron 122 bandas y fueron aprehendidas 490 personas.

 

Quien trató de justificar los números fue el encargado del despecho de la Subsecretaría de Información e Inteligencia Policial, Pedro Ibarra, pues indicó que muchos asuntos catalogados como robo violento obedecen a otras situaciones menores y no necesariamente a la intervención de un grupo delictivo.

 

“Hay que tener mucho cuidado al manejar los datos pues se puede crear una percepción equivocada; muchos de estos situaciones derivan de un aspecto menor como una diferencia personal entre los mismo inquilinos, que luego se traduce en algún robo”, puntualizó.

 

Números positivos

 

Respecto a los doce delitos que presentaron una evolución favorable según el comparativo hecho en el Rinde, destaca el robo a pasajero de taxi con violencia, con una reducción del 43.9%, al pasar de mil 850 casos en 2010 a mil 38 en 2011.

 

También se registró una caída del 22% en los robos a pasajeros a bordo de microbús con y sin violencia, al pasar de dos mil 639 a dos mil 59 denuncias, y en los robos de vehículos con y sin violencia, que cayeron de 24 mil 743 a 19 mil 167 casos, lo que representa un descenso del 21.7%.

 

Destaca también la caída en los secuestros, que pasaron de 60 denuncias en 2010 a 54 en 2011, lo que significó una caída del 10%; las violaciones pasaron de mil 281 a mil 162, equivalentes a una baja del 9.3%, o los homicidios dolosos de 811 a 779 casos, que significaron un descenso del 3.9%.