Hollywood está dispuesto a retirar su apoyo financiero para la reelección de Barack Obama luego de que afirmara que no dará su aval a cualquier legislación que fomentara la censura en internet y tratara de extrapolar su aplicación más allá del territorio estadounidense.
Así, la meca del cine que avala el proyecto de ley antipiratería de Estados Unidos, conocido como SOPA, postura que comparten empleados y magnates del sector mostraron su enojo.
La meca del cine, tradicionalmente afín al Partido Demócrata, no aprueba la postura de la Casa Blanca.
Precisamente, uno de los objetivos de SOPA es trascender el ámbito nacional y obligar a los motores de búsqueda, proveedores de dominios y empresas de publicidad de EU a bloquear los servicios de cualquier página web, sea del lugar que sea, cuando esté siendo investigada por publicar sin permiso material con “copyright”.
La industria del cine, a través de la Motion Picture Association of America (MPAA), es una de las grandes promotoras de un endurecimiento de la legislación con el fin de proteger los derechos de autor en la red, donde estiman que cada año pierden más de 6 mil millones de dólares debido al uso ilegal de sus producciones.
La intervención de la Casa Blanca tomó por sorpresa a numerosos ejecutivos de Hollywood y, según trascendió el malestar con Obama llegó hasta el punto de que varios directivos han decidido ya terminar con sus donaciones al presidente estadounidense.
Esa pérdida de apoyos podría suponer una seria merma para la financiación de la campaña de reelección de Obama en 2012, quien visita con frecuencia Los Ángeles, especialmente en tiempo de comicios, para asistir a eventos de recaudación de fondos.