Bruselas. Ministros de Finanzas de la zona euro comenzarán el lunes a afinar detalles del pacto intergubernamental que pondrá en marcha el nuevo acuerdo fiscal de la Unión Europea (UE), su último intento para superar la crisis de la deuda pública.
Los trabajos tendrán como base el cuarto borrador del acuerdo que deberá implicar a 26 países de la UE -con excepción de Reino Unido-, un documento que no termina de agradar a Polonia y que suscita la inquietud de Irlanda.
El texto actual establece que sólo los países que hayan firmado y ratificado el pacto fiscal podrán acceder a las ayudas del fondo de rescate permanente de la UE.
“La concesión de asistencia en el marco de nuevos programas bajo el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) estará condicionada, a partir del 1 de marzo de 2013, a la ratificación de este Tratado (…) y al cumplimiento de sus exigencias”, indica el texto al que Notimex tuvo acceso.
La disposición, incluida por exigencia de Alemania, podrá suponer problemas para Irlanda en caso de que su gobierno sea obligado a someter el pacto a un referéndum, como pide la oposición.
Irlanda es uno de los actuales beneficiarios de un programa de ayuda financiera – así como Grecia y Portugal-, pero no es seguro que el nuevo pacto fiscal europeo, que exigirá a sus signatarios mayor disciplina fiscal, cuente con el apoyo de la población.
La cuarta versión del acuerdo también prevé multas de hasta 0.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para los países de la zona euro que no incorporen la exigencia de equilibrio presupuestario, la llamada regla de oro, a su Constitución en un plazo de un año a partir de la entrada en vigor del pacto fiscal.
Las multas también serán aplicables para aquellos cuyo déficit estructural anual supere el 0.5 por ciento del PIB.
No obstante, un país sólo podrá ser denunciado ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) por otro signatario del acuerdo, una disposición que quita poderes a la Comisión Europea (CE), que en los borradores anteriores era autorizada a tomar esa iniciativa.
Los fondos recaudados con las multas serán destinados al MEDE, que deberá entrar en vigor en julio.
Para atender a las exigencias de Polonia, la última versión del acuerdo establece que países que no son miembros de la zona euro puedan ser “invitados” a participar de sus reuniones “para discutir cuestiones específicas relativas a la implementación” del pacto fiscal.
Sin embargo, fuentes diplomáticas dudan que esa concesión será considerada suficiente por el gobierno de Varsovia, que quiere autorización para participar de todas las cumbres de la unión monetaria.
La propuesta es que todas las diferencias sean solucionadas por los titulares de Finanzas, de manera que el acuerdo pueda ganar el visto bueno de los 27 países miembros de la UE en la cumbre del próximo día 30 y ser firmado en marzo próximo.
Si todo ocurre como lo previsto, el nuevo pacto fiscal europeo entrará en vigor el 1 de enero de 2013, siempre y cuando haya sido ratificado por al menos 12 de sus signatarios.