ROMA. El comandante Francesco Schettino, capitán del crucero italiano Costa Concordia, que naufragó el pasado día 13 en aguas de la isla toscana de Giglio, aseguró que la naviera propietaria del barco conocía la práctica de acercar los barcos a la costa para saludar y la apoyaba como sistema publicitario.
Esta es una de las declaraciones que forman parte del interrogatorio al que se sometió el capitán el pasado martes ante la juez de instrucción y cuyo contenido fue publicado ayer por los diarios “Corriere della Sera”, “Il Messaggero” y “la Repubblica”.
Schettino manifestó que se trata de una maniobra que hacen en todo el mundo e incluso afirmó que la compañía, Costa Cruceros, las planificaba con motivo de las fiestas patronales de las localidades que visitaban en agosto.
El capitán agregó que había realizado este tipo de maniobra, que consiste en acercarse a la isla para saludar a sus habitantes tocando la sirena, en otras ocasiones, tanto en Giglio como en las inmediaciones de la isla de Capri, en la costa de Sorrento, al sur de Italia.
De este modo, Schettino desmintió las declaraciones del consejero delegado de la naviera, Pier Luigi Foschi, quien en los últimos días dijo que tan solo habían autorizado en una ocasión una maniobra de este estilo.
El diario “la Repubblica”, señala que a la pregunta de si el acercamiento a la isla de Giglio del pasado 13 de enero había sido planificado antes de la salida de la nave, el capitán respondió: “Sí, había sido planificado. Lo tendríamos que haber hecho la semana anterior pero no fue posible por el mal tiempo”.
Sobre la razón de tardar tanto en dar la alarma y dar inicio a la evacuación de la nave (cerca de una hora y cuarto después de la colisión), Schettino explicó que se decidió a señalar la emergencia cuando tuvo la confirmación de que la nave no cumplía con los requisitos mínimos de flotación para este tipo de embarcaciones.
“Antes de dar la señal de alarma tenemos que estar seguros, porque no quiero crear el pánico y que la gente muera por nada”, dijo el capitán.
Y añadió: “Di la señal de alarma cuando estuve seguro de que no se podría volver atrás y de que era algo obligado”.
Schettino, sin embargo, indicó que sí había contactado con el director de operaciones marinas de Costa Cruceros, Roberto Ferrarini, pocos minutos después de la colisión para informarle de la situación y para pedir la intervención de un remolcador y que evacuaran al pasaje por helicóptero.
Una versión que ya había facilitado el abogado de Schettino -en arresto domiciliario acusado de naufragio, abandono de la nave y homicidio culposo múltiple- en los pasados días y que fue desmentida por el presidente de Costa Cruceros, Pierluigi Foschi, quien aseguró que el capitán no les dijo la verdad.
Schettino se refirió también al sistema VDR (voice data recorder), encargado de registrar los datos y las comunicaciones del crucero, y que ya ha sido recuperado por los buzos de los equipos de rescate, aunque todavía no ha podido ser inspeccionado.
El capitán indicó que el sistema no funcionaba correctamente y que por tanto no sabe si pudo registrar los datos de forma adecuada, aunque recordó que existe otro mecanismo en la nave que sí pudo hacerlo (el voyage data recorder).
Mientras en el ámbito judicial siguen adelante las pesquisas sobre la noche del accidente, los servicios de rescate continúan con las tareas de búsqueda de la veintena de personas que siguen desaparecidas y que se cree que podrían estar en el interior de la nave.
Hasta el momento, el número de fallecidos tras el naufragio asciende a 13. Durante el interrogatorio Shettino declaró: “Tendré que convivir toda la vida con estos muertos ¿Cómo se hace eso?”. EFE