Moscú. La población de tigres siberianos, especie en peligro de extinción que también habita en China y la península coreana, se ha estabilizado, según desvelan hoy los autores del censo realizado en el territorio del Lejano Oriente Ruso.
“Aunque es pronto para sacar conclusiones definitivas, se puede decir que, por ahora, los resultados son alentadores”, señaló un portavoz del gobierno de la región de Primorie a la agencia oficial RIA-Nóvosti.
El censo, cuya segunda fase se realizará en febrero próximo, confirma que en las zonas estudiadas cada hembra cuenta con un cachorro de media.
A esto se suman un buen número de depredadores que deambulan en solitario por los bosques de la zona, tradicional hábitat del tigre desde tiempo inmemorial.
Según el anterior censo, en Primorie y la región de Jabarovsk, separada de China por la frontera natural del río Amur, viven unos 450 tigres siberianos.
El primer ministro ruso, Vladímir Putin, sostiene que Rusia es el único país del mundo donde la población de tigres aumentó en la segunda mitad del siglo XX.
“Hace varios decenios en Rusia había sólo 20-30 ejemplares, cuando hoy la población asciende a unos 500 tigres siberianos”, dijo, con ocasión de la primera Cumbre Global del Tigre celebrada en noviembre de 2010 en San Petersburgo.
Entre otras medidas, las autoridades rusas han prohibido la tala de los bosques de cedro coreano en la taiga del Lejano Oriente Ruso, hábitat de los jabalíes, una de las presas preferidas de los tigres siberianos.
En la cumbre de San Petersburgo, los gobernantes de Rusia, China, India y otros diez países asiáticos firmaron una histórica declaración en la que se comprometieron a duplicar la población mundial de tigres para 2022. EFE