Washington. Los aspirantes presidenciales republicanos Mitt Romney y Newt Gingrich centraron hoy sus actos de campaña en Florida en atacar al presidente de Estados Unidos (EU), Barack Obama, quien prevé presentar en su discurso sobre el Estado de la Unión detalles de sus propuestas para que los ricos paguen más impuestos.
Delante de una pancarta que decía «Obama no está funcionando», Romney pronunció un discurso en una fábrica abandonada en Tampa (Florida) en el que sostuvo: «éste es el verdadero estado de nuestra unión, pero no escucharán historias como éstas en el discurso del presidente».
La agenda de Obama «está condenada al fracaso», según el exgobernador de Massachusetts, quien subrayó que lo que va a proponer el presidente es «más de lo mismo: más impuestos, más gasto y más regulaciones».
Mientras, el equipo de campaña de Gingrich señaló en un comunicado que lo fundamental es ver si Obama mostrará en su discurso «voluntad de dejar de lado su ideología extremista» para diseñar un conjunto de políticas que permitan reactivar la economía.
«Un amigo mío dice: él (Obama) ha cambiado del ‘Sí, podemos’ al ‘Por qué no pudimos’, ironizó Gingrich en otro acto en Tampa.
Tanto Romney como Gingrich, expresidente de la Cámara de Representantes, están haciendo campaña sin descanso en Florida conscientes de que las primarias que celebrará ese estado el 31 de enero son vitales en la contienda por la nominación presidencial republicana.
Después de que la consultora que posee, Gingrich Group, divulgara que en 2006 recibió 25 mil dólares al mes en virtud de un contrato con Freddie Mac, Gingrich volvió a negar hoy haber estado involucrado en el grupo de presión política del gigante hipotecario, algo de lo que le acusa Romney.
Por su parte, ante las múltiples presiones, el exgobernador finalmente hizo públicos este martes los detalles de sus dos últimas declaraciones de impuestos.
En esas cuentas, Romney aparece con unos ingresos anuales de 21 millones de dólares, procedentes de dividendos e inversiones, sin cobrar ningún salario.
Dado que las ganancias de capital están gravadas con una tasa en torno al 15 por ciento en Estados Unidos, Romney ha pagado una media del 14 por ciento en impuestos en los dos últimos ejercicios (6,2 millones de dólares).
Los salarios, por contra, soportan tasas impositivas más altas y variables que pueden llegar hasta el 35 por ciento.
Los republicanos se oponen tajantemente a cualquier medida que suponga aumentar los impuestos y han bloqueado cualquier intento de la Administración de Obama por elevar los gravámenes a los más acomodados.
Obama presentará hoy en su discurso los detalles de la ya conocida como «regla Buffett», con la que pretende que las clases adineradas paguen más impuestos para combatir en parte el abultado déficit público. (EFE)