Teherán considera que el embargo petrolero afecta más a occidente que a ellos. Europa quiere que Japón y Corea del Sur se sumen al castigo.

 

Irán dice que es víctima de una guerra psicológica y advirtió que nada impedirá que siga con su programa nuclear, ni siquiera el bloqueo a sus exportaciones de petróleo que ordenó la Unión Europea el lunes pasado.

 

“El método de amenazas, presiones y sanciones injustas contra una nación que tiene razones sólidas (…) está condenado al fracaso”, dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Ramin Mehmanparast.

 

El ministro del Interior de Irán, general Mostafa Mohamad Nayar, afirmó por su parte que el embargo petrolero decretado por la Unión Europea contra su país castiga más a las economías occidentales que a la iraní.

 

“Con esas iniciativas lo que hacen es crear dificultades adicionales para la economía de Occidente”, dijo el ministro iraní, citado por al agencia rusa Interfax, tras reunirse en el jefe del Servicio Federal de Control de Narcóticos de Rusia, Victor Ivanov.

 

Nayar, quien cumple un visita de trabajo en capital rusa, recordó que las sanciones incrementan el precio del petróleo son inoportunas y dañinas para los intereses de Estados Unidos y los países occidentales.

 

“Nosotros no les damos importancia (…). Desde hace 30 años que nos imponen sanciones. No es algo nuevo”, recalcó el ministro iraní. “La anteriores sanciones a Irán nos ayudaron a inventar lo que necesitábamos y no teníamos”.

 

El embargo europeo, decretado este lunes, prohíbe de forma inmediata la firma de nuevos convenios petroleros con Irán, mientras que da un periodo de transición para poner fin a los ya existentes que se extenderá hasta el próximo 1 de julio.

 

Europa es uno de los principales mercados de Irán, por lo que la UE confía en que la medida contribuya a aumentar la presión sobre el régimen iraní para que acceda a negociar sobre su polémico programa nuclear.

 

En ese sentido, intenta convencer a Japón y a Corea del Sur para que se sumen al embargo, lo que podría dejar a Teherán sin la mitad de su mercado de crudo.

Según explicó ayer una fuente europea, ya ha habido contactos preliminares con los dos países asiáticos y hay indicios de que estarían en disposición de seguir la línea acordada por los Veintisiete.

 

Con el cierre del mercado europeo, Irán perderá a un cliente que compraba en torno al 20 % de su exportación petrolera.

 

Japón importa alrededor de un 17% del petróleo iraní, mientras que Corea del Sur compra en torno al 9%, según datos de 2010.

 

Combinado con el europeo, los tres mercados suman cerca del 50% de las exportaciones de Irán, que vende más de dos millones de barriles al día.

 

Mientras tanto, la UE intentará también persuadir a China e India para que no aumenten sus compras de petróleo iraní en sustitución de las que llevaba a cabo Europa, indicó la misma fuente.

 

“Queremos que China e India sean, al menos, neutrales”, señaló la fuente, que dijo que sería poco realista buscar que los dos países vetaran a Irán.

 

China es el mayor importador de crudo iraní, con alrededor del 20 %, e India el tercero, con el 16 %.

 

Mientras tanto, la UE ya ha comenzado la búsqueda de proveedores alternativos, tal y como explicó ayer el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.

 

Según aseguró García-Margallo, España cuenta con compromisos de Arabia Saudita y otros países del golfo Pérsico para sustituir el petróleo iraní y mantener los precios.

 

Fuentes comunitarias explicaron que Arabia Saudita es el principal interlocutor de cara a obtener el petróleo que necesita la UE, pero subrayaron que hay más países dispuestos a apoyar a Europa vendiéndole crudo con unas buenas condiciones. (EFE y AP)