Una legislación que no se aplica con rigor y un sistema de justicia limitado y enfocado a otras prioridades, son los factores que han coincido para convertir a México en un país atractivo para las bandas nacionales e internacionales dedicadas a la clonación de tarjetas de crédito, y las cuales obtienen ganancias mensuales que superan el millón de dólares.

 

Los datos revelados por el director de Investigaciones del Grupo Citibank-Banamex, Rene Castillo, quien mantiene contacto con peritos y agentes ministeriales de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), detalló que tan sólo en el año pasado fueron detenidos 82 extranjeros, la mayoría sudamericanos, que en complicidad con nacionales vulneraron cajeros automáticos de diversos bancos para clonar tarjetas.

 

Explicó que en el marco de estas investigaciones y como coadyuvantes en los casos, han podido tener acceso a las declaraciones de los extranjeros detenidos, y se les ha cuestionado porque vienen a México a cometer este tipo de delitos y no los cometen en su país de origen o en alguna otra nación sudamericana.

 

“Lo que nos han comentado es que vienen a México porque lo peor que les puede pasar es estar tres meses en un reclusorio y luego salen, dicen que así sucede con sus cómplices, y nosotros sí hemos encontrado casos de venezolanos o colombianos que ya han sido detenidos más de una vez por lo mismo”, indicó.

 

El especialista destacó que debido al contexto actual que vive el país, los funcionarios de procuración y de administración en justicia están mas enfocados en temas de delitos violentos u otros de alto impacto, que en atender este tipo de indagatorias que de por sí son complejas.

 

“Tanto la clonación de las tarjetas como los fraudes cibernéticos y similares, son delitos donde muchas veces el bien tutelado no es tangible, hablamos que lo que se roban en primera instancia es información que luego sirve para hacerse de dinero; son casos que no son sencillos de investigar”, subrayó.

 

A lo anterior agregó que hay casos como el del Distrito Federal, que concentra el mayor número de sucursales bancarias y de cajeros automáticos, en donde no hay un acuerdo relacionado con la cadena de custodia de las pruebas, situación que es aprovechada por los delincuentes para ampararse y evadir un proceso.

 

Hizo énfasis también en la carga de trabajo que se observa por lo menos en muchas fiscalías y agencias del ministerio público del fuero común, además de la falta de peritos especializados y de capacitación para resolver este tipo de asuntos.

 

Las organizaciones

 

Rene Castillo reveló que de acuerdo con las investigaciones que ellos han llevado a cabo, se tienen detectados por lo menos 20 grupos bien organizados, que se dedican periódicamente a la clonación de tarjetas en todo el país, y que mensualmente obtienen ganancias superiores a los 12 millones de pesos.

 

Las bandas, añadió, están integradas por grupos de ocho hasta 40 personas, tanto nacionales como extranjeras, la mayoría de ellas consideradas como “idiotas útiles”; es decir, gente encargada de funciones relativamente sencillas que son fáciles de sustituir.

 

“Los cerebros de estas organizaciones son la minoría, posiblemente sujetos vinculados a grupos de la delincuencia organizada, quienes planifican las operaciones, cuentan con los dispositivos electrónicos que se requieren para la alteración de los cajeros, y le dan los materiales a sus cómplices para que ellos lleven a cabo la operación en el terreno”, subrayó.

 

Los extranjeros que intervienen en estas actividades ilícitas, llegan ya “recomendados” por los contactos que tienen en México, a veces incluso con pasaportes falsos.

 

 

Modus operandi

 

Respecto al modus operandi, contrario a lo que se piensa, los delincuentes eligen sucursales bancarias que un alto número de cuentahabientes, como las ubicadas en corredores bancarias o zonas de esparcimiento y entretenimiento.

 

En los cajeros, instalan dispositivos electrónicos en las ranuras lectoras de los plásticos, que lo que hacen es copiar la información de la banda magnética que se desliza. En algunos casos, instalan hasta cámaras en miniatura en la parte superior del cajero, para leer la clave secreta del cuentahabiente (PIN).

 

Durante la temporada vacacional, los hampones se trasladan a sitios turísticos como Los cabos, Acapulco o Cancún, donde continúan operando de la misma forma. Sus objetivos principales son los extranjeros, quienes generalmente no se dan cuenta que su tarjeta fue clonada.

 

“Con los recursos ilícitos que obtienen estos delincuentes literalmente se dan la gran vida, cuando viajan se hospedan en excelentes hoteles, circulan con autos de lujos, van acompañados siempre de mujeres muy atractivas; es decir, para colmo ni escatiman sus recursos”, subrayó.

 

En este contexto, hizo hincapié en que la banca esta reforzando continuamente sus dispositivos de seguridad en los cajeros automáticos, y se buscarán fortalecer los mecanismos de coordinación con las autoridades de todos los niveles para tratar de frenar a estos grupos.

 

No obstante, consideró indispensable el apoyo de los cuentahabientes, a quienes recomendó acudir de preferencia a los cajeros automáticos que ya conocen, fijarse siempre que este no presente alguna anomalía, y si tienen alguna duda u observación la reporten de inmediato al personal de la sucursal.