Las calles ya no son el único lugar donde una persona puede ser víctima de agresiones. En América, 20% de los incidentes violentos ocurre en los centros de trabajo; en México se calcula que uno de cada 10 trabajadores padece estrés, que sumado a la fatiga, la irritabilidad y otros factores, puede detonar situaciones violentas.

 

Mientras en el continente americano uno de cada cinco incidentes violentos ocurre en la oficina, según un reciente estudio de Statistics Canadá, en Europa el problema cobra cada vez mayor relevancia, ya que 3.6% de los trabajadores ha sido agredido físicamente, reveló la Encuesta Europea sobre Condiciones de Trabajo.

 

Pero los jefes ya no son los únicos que gritan, azotan puertas y golpean escritorios, ahora los empleados también agreden a sus iguales o a sus superiores.

 

En México, el estrés es el principal detonante de las conductas violentas en trabajadores y que generalmente se manifiestan con gritos. “Uno de cada 10 empleados en nuestro país tiene estrés y ese uno es muy susceptible de perder el control, no es tan común que lleguen a la violencia física, pero también hay que tomar en cuenta que la irritabilidad, la fatiga, la falta de concentración sí pueden llevar a una posible violencia en el trabajo”, advirtió Nelly Flores, investigadora de la Facultad de Sicología de la Universidad Nacional Autónoma de México.

 

La alta incidencia de maltrato laboral en Quebec, por ejemplo, obligó a la Comisión de Normas Laborales de esa provincia canadiense a promulgar una nueva ley en junio de 2004, la cual establece que “todo empleado tiene el derecho de trabajar en un ambiente libre de hostigamiento sicológico”.

 

A decir de los consultores canadienses Gerry Smith y Shaun Belding, autores de libros sobre cómo lidiar con gente difícil en el trabajo señalaron que las situaciones que pueden detonar episodios de violencia son el despedido, en segundo lugar se encuentran las discusiones por algún desacuerdo y en tercer sitio la aplicación de medidas correctivas o disciplinarias.

 

Conclusiones de expertos y del estudio practicado por el gobierno canadiense determinaron que hombres y mujeres son igualmente propensos a experimentar violencia en su sitio de trabajo, aunque los primeros tienen mayores posibilidades de resultar lesionados.