DAVOS. El multimillonario George Soros defendió que Italia y España refinancien su deuda emitiendo letras del Tesoro a una tasa “en torno al 1 por ciento” para reducir de manera instantánea el actual elevado pago de intereses.
En un almuerzo en el marco del Foro Económico Mundial de Davos, Soros consideró insuficientes las medidas adoptadas en diciembre por el Banco Central Europeo (BCE) para paliar los problemas de liquidez en la zona euro y argumentó que es imprescindible un plan específico para España e Italia que evite un futuro colapso del euro.
“Las medidas del BCE, incluida la operación de refinanciación a largo plazo, no han permitido superar la desventaja financiera que sufren los Estados miembros (del euro)”, señaló Soros, que calificó la inyección de liquidez como “media solución insuficiente”.
El especulador que logró sacar a la libra del Sistema Moneterio Europeo (SME) en 1992 consideró que la situación actual deja a los miembros más débiles de la zona euro “relegados a la situación de países del tercer mundo altamente endeudados en divisa extranjera” y argumentó que la solución no pasa sólo por la disciplina fiscal.
Soros fue muy crítico con el papel que está jugando Alemania y subrayó que los recortes presupuestarios y las reformas estructurales por si solas no serán la solución, sino que “generarán tensiones económicas y políticas que pueden destruir la UE”.
El objetivo de su plan es facilitar una reducción instantánea de los costes de los intereses para los Estados y facilitar que el BCE pudiera actuar como entidad crediticia en caso de última necesidad, apoyándose tanto en el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera y en el futuro Mecanismo Europeo de Estabilización Financiera.
“Permitir a Italia y a España emitir bonos al 1% les apartaría del camino que ha tomado Grecia”, un país que para Soros podría tener los días contados como miembro del euro, pero que no tendría que anticipar un colapso de España e Italia si se actúa rápido.
Su sospecha es que el BCE decidió dar oxigeno de manera temporal para presionar en favor de las reformas estructurales necesarias y su temor es que “la austeridad que Alemania quiere imponer termine por empujar a Europa hacia una espiral de deuda deflacionaria”.
El círculo vicioso, explicó, ya está en marcha: se recorta el déficit, se reducen salarios y beneficios empresariales, se contrae la economía, se reducen los ingresos impositivos, se incrementa el peso de la deuda con respecto al PIB y se vuelve al punto de partida, el de la reducción del déficit con nuevos recortes.
“Son necesarios planes de estímulo, sin los cuales el euro es actualmente contraproducente e insostenible a largo plazo”, dijo.
Soros se mostró convencido de que Alemania “no está actuando de mala fe”, pero advirtió de que su discurso en contra de la introducción de planes de estímulo o de la emisión de bonos europeos para repartir el peso del pago de la deuda es un caldo de cultivo para el resentimiento entre los países que conforman la zona euro.
“(Los alemanes) no entienden la amenaza que representa una deflación porque están traumatizados por la inflación (en referencia a la crisis económica que aupó al poder a Adolf Hitler en la década de 1930). Su obsesión por luchar contra la inflación en un momento de deflación sencillamente es la política equivocada”, explicó.
“Hay un riesgo real de que el euro socave la cohesión política de la Unión Europea”, alertó Soros, convencido de que el error de fondo hay que situarlo en la década de 1990, cuando los ideólogos del euro establecieron una unión monetaria sin pensar en una unión política.
El financiero, que tiene una fortuna estimada superior a los 10 MIL millones de euros, fue muy crítico con los mandatarios europeos actuales, a los que acusó de “aferrarse al statu quo”, a tratados y leyes que el tiempo ha convertido en obsoletos.
Soros ya está retirado y se mostró “feliz” de no tener que dirigir su “hedge fund” en un momento de gran incertidumbre en el que, según aseguró, “no sabría dónde invertir mi dinero”. EFE