El 61% de las víctimas de bullying en la Zona Metropolitana del Valle de México guarda silencio sobre su situación, derivado de esto, en 47% de los casos es necesaria la intervención jurídica y sicológica para reparar los daños sufridos por el afectado.

 

En los últimos 11 meses, la línea de auxilio del Consejo Ciudadano recibió 931 reportes. De estos, 16% fue turnado a la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal.

 

El Consejo Ciudadano en el Distrito Federal explicó que si el afectado no denuncia, alguna autoridad o sus familias detectan las agresiones cuando la autoestima de la persona ya ha sufrido algún tipo de daño. Solamente 38.2% de las víctimas ha hablado con alguien sobre la situación y en 6% de los casos los denunciantes fueron los agredidos.

 

Ante esta situación, la organización en el Distrito Federal exhorta a niños desde los seis años hasta adolescentes de entre 13 y 14 años (el sector más afectado por esta práctica) a que se acerquen a las autoridades escolares para denunciar este tipo de conductas.

 

A través de su página www.hastaaqui.org, el Consejo aplica un test para tener un pulso sobre esta práctica en las escuelas de la ZMVM, misma que en tres meses tiene 20 mil visitas y registra mil 094 pruebas contestadas.

 

“Eso lo tenemos que cambiar, si yo me doy cuenta que algo está sucediendo tengo que buscar ayuda”, señaló Ruth Delgadillo, directora del Departamento de Sicología del Consejo Ciudadano.

 

Esta instancia arrancó hace dos meses un proyecto para crear espacios de convivencia positiva en las escuelas de la capital y hasta ahora ha impartido talleres a dos mil 430 integrantes de la comunidad escolar (entre estudiantes, maestros y alumnos) no sólo para erradicar el acoso, sino también para fomentar las denuncias.

 

El Consejo cuenta también con una línea telefónica de auxilio en la que 85% de los denunciantes son padres de familia que se dieron cuenta que el nivel de acosos ya empezó a afectar la salud de sus hijos a través de síntomas como la pérdida del apetito o porque llegan golpeados o con moretones. Situaciones que la víctima justifica argumentando caídas o accidentes.

 

Rafael Sandoval Santa Cruz, director del Instituto Santa Cruz, una de las dos escuelas que ya completó los talleres de Convivencia Positiva, señaló que en su plantel desde que se detectaron casos aislados de bullying se tomó la decisión de implementar un buzón en el que los alumnos, de manera anónima, pueden denunciar este tipo de prácticas.

 

“Se recibe la denuncia, se busca al alumno agresor, se habla con él y con sus familias y se les ofrece ayuda”. Aunque no existe una medición exacta de los resultados de este buzón, señaló que el número de denuncias ha bajado progresivamente hasta llegar a una cada dos meses, en promedio.

 

Exhortó a la comunidad escolar a denunciar estos casos sobre todo porque los niños que en este momento cursan la primaria ya deben tener más arraigada la cultura de la denuncia “porque ya son personas que entienden lo que pasa y no se quedan calladas”.