Miami. El precandidato republicano Newt Gingrich prometió hoy acabar con la inmigración ilegal en cinco años si alcanza la Presidencia de Estados Unidos, mediante la legalización de la situación de aquellos que llevan mucho tiempo en en el país y la deportación de quienes corresponda.

 

El precandidato también propuso incluir a México entre los países que supervisa el Comando Sur de Estados Unidos para ayudar al combate del narcotráfico. Actualmente, México depende del Comando Norte, con sede en Colorado y que también se encarga de Alaska y Canadá.

 

Así lo expuso en su intervención en una convención de la Red de Liderazgo Hispana (LHN, por su sigla en inglés), en Miami, a tan sólo cuatro días de las primarias republicanas que tendrán lugar en Florida y en las que parte como segundo favorito, por detrás de Mitt Romney, según las encuestas.

 

El expresidente de la Cámara de Representantes propuso por una parte legalizar la situación de los inmigrantes que llevan mucho tiempo en EE.UU. y que tienen vínculos con este país y una familia estadounidense que los respalde, así como la de los que se alisten en las fuerzas armadas.

 

Por otra, apostó por que las autoridades locales revisen caso por caso la situación de todos los inmigrantes en situación irregular para deportar a quienes corresponda y, así, “acabar con la inmigración ilegal en cinco años”.

 

Igualmente, coincidió con sus principales contrincantes de campaña por la candidatura republicana a la Presidencia en que es necesario simplificar y flexibilizar el sistema de concesión de visas para que más gente pueda venir a Estados Unidos de forma legal.

 

Respecto a la situación del vecino México, abogó por hacer que ese país entre dentro de las competencias del Comando Sur, uno de los diez que tiene EE.UU. desplegados por el mundo, con sede en Miami y que se encarga de cooperar en materia de seguridad con 30 países y territorios de América Central y del Sur y el Caribe.

 

“Tenemos que estar preparados para ayudar al Gobierno de México con todos los recursos de que dispongamos para derrotar a los carteles”, dijo el expresidente de la Cámara de Representantes.

 

En cuanto a la situación en Cuba -otra constante en este tramo de la campaña republicana- aseguró que “tenemos la obligación de tomarnos seriamente la oportunidad de que los cubanos sean libres”, y se comprometió a “trabajar duro para desarrollar estrategias en Cuba y lograr que (Fidel) Castro sea el último dictador”.

 

Aunque las encuestas apuntan a que Gingrich ha perdido terreno ante su principal oponente para las primarias del 31 de enero en Florida, éste aseguró que cuenta con “mucho apoyo” entre la comunidad latina, que será decisiva en el resultado.

 

“Lo he comprobado en la calle”, dijo el precandidato en una rueda de prensa previa a su intervención, en la que retomó el tema de Venezuela para decir que “hay que tomarse en serio a (Hugo) Chávez cuando dice que es antiamericano”.

 

En ese sentido, criticó la falta de acción del actual presidente estadounidense, Barack Obama, y reiteró que la alianza entre Chávez y su homólogo iraní, Mahmud Ahmadineyad, “supone una amenaza de penetración en Latinoamérica”.

 

Aseguró que si él llega a ser presidente impulsará “una estrategia mucho más agresiva contra Chávez para dar una oportunidad a los venezolanos”. EFE