DAVOS. América Latina fue identificada como un “oasis” de estabilidad, crecimiento y oportunidades durante el Foro Económico Mundial, que concluyó ayer, en contraste con la incertidumbre general debido a la crisis financiera y económica que azota Europa y Estados Unidos.

 

El problema de la deuda soberana de la eurozona, la lentitud de la recuperación de la economía de Estados Unidos y la desaceleración del crecimiento en los países emergentes infundió pesimismo a esta cita anual en la localidad suiza de Davos, a la que Latinoamérica aportó optimismo.

 

Presidentes y ministros llegados de América Latina tuvieron que cumplir con agendas muy apretadas debido a la sucesión de reuniones mantenidas con los presidentes y consejeros delegados de multinacionales y grandes compañías que se reúnen cada año en el Foro de Davos.

 

“Francamente, aquí no hemos tenido tiempo para nada distinto que atender citas, para recibir a empresarios e inversionistas interesados en el sector minero-energético de Colombia”, comentó a ese respecto el ministro colombiano de Energía y Minas, Mauricio Cárdenas.

 

Esta edición del Foro de Davos, fue, en este sentido, muy diferente a las precedentes, en las que el “apetito” estaba sobre todo dirigido a los grandes países emergentes, en particular China e India, que este año asumieron más nítidamente su nuevo rol de países inversores también en busca de oportunidades de negocio en América Latina.

 

Muestra de ello fueron las reuniones que mantuvo Cárdenas con inversionistas indio y chinos, interesados desarrollar actividades en el sector metalúrgico y energético, respectivamente, de Colombia.

 

Los Gobiernos procuran igualmente aprovechar el Foro de Davos para ayudar a sus empresas a hacer negocios en el extranjero, como fue el caso del canciller peruano, Rafael Roncagliolo, quien se reunió con su homólogo australiano, Kevin Rudd.(EFE)