El domingo será la elección interna del PAN. El ejercicio se acota a las reglas tradicionales, una elección cerrada entre sus miembros, con algunas diferencias: 1) el presidente de la República es un extraordinario operador político; 2) hay una intensa exposición a medios de los precandidatos; 3) los resultados en encuestas se contraponen a las preferencias de presidencia. Sabremos el resultado el 5 de febrero, pero, de la pre campaña surgen interrogantes y lecciones.

 

Cordero es un técnico, preparado, inteligente. Excelente funcionario público pero, según las encuestas, pésimo candidato. Se niega a creerlo, pero ni con dinero y noticia repunta. Su apuesta es la aceptación de Calderón entre panistas. Su campaña es justificar, aplaudir y venerar toda acción gubernamental. Usa la beligerancia discursiva como señal de continuidad de la actual administración. Desde el atrio, no escucha, solo impone y dispone. Opera en corto. Promueve campañas sucias sobre sus contrincantes. Convencido de su verdad, critica y excluye al que disiente. Es el prototipo del PAN contemporáneo, apegado a la estrategia de comunicación que más derrotas electorales ha generado.

 

A Josefina le critican no ser técnica y carecer de solidez. Sin embargo, hasta ahora, se rodea siempre de excelentes técnicos cuando lo requiere. Como secretaria, ponía a los expertos a trabajar mientras allanaba el camino político para impulsar sus propuestas. Desde su libro de entrevistas hasta su actitud en la calle, Josefina parece escuchar y vincularse con el interlocutor independientemente de su origen o partido. Puede no saber pero escucha al que sabe y se abre a experimentar visiones distintas. Su mensaje es incluyente y moderado. Es una faceta distinta y poco común del PAN.

 

Creel dice que aprendió. Sus propuestas son sólidas pero sin innovación. Algo viejo y acartonado lo rodea, será el recurrente y rancio discurso del estado de derecho. Atiende mejor al interlocutor, pero no convence. Parece oír más que escuchar. Es como un panista tradicional disfrazado de moderado y sensato.

 

Van las preguntas…

El discurso excluyente y beligerante no genera noticias pero no votos. ¿Habrán entendido, los panistas, el rechazo a su confrontación y encono discursivo? Los candidatos moderados tienen mejores resultados ¿habrán aprendido a leer y escuchar al electorado?

 

Cordero asegura que en la interna va a ganar. ¿Confía en que su popularidad venga de la operación gubernamental y de las bombas mediáticas para desprestigiar a Peña y AMLO? No cree en las encuestas, aunque estas reflejen mayor aceptación hacia los candidatos que escuchan y atienden al electorado que al que confronta y afirma conocer la verdad.

 

Las encuestas son contundentes: Josefina aparece como la única candidata blanquiazul capaz de competir. ¿Hasta dónde esto va a influir en el voto panista? ¿Qué tan racionales son: quieren ganar la elección o apostarán a la prevalencia de su verdad?

 

Calderón es un excelente operador. ¿Podrá más la operación y el dinero presidencial que la expectativa de triunfo que pintan los contundentes resultados de las encuestas?

 

Del resultado del domingo podremos aprender al menos tres cosas sobre el PAN: 1) qué valoran en un candidato: conocimiento o competitividad electoral ; 2) qué tan rentable creen que puede ser el uso del aparato gubernamental para ganar; 3) qué tan importante consideran el diálogo con la sociedad: cuánto escuchan, entienden y valoran las necesidades y exigencias del votante.

 

@cullenaa