El artista plástico de origen holandés Jan Hendrix, quien desde 1978 vive y trabaja en México, recibirá el próximo 15 de febrero, en La Haya, la condecoración de la Orden Mexicana del Águila Azteca en grado de Insignia, presea que otorga el gobierno mexicano a extranjeros por los servicios prominentes prestados al país y a la humanidad.

 

Hendrix, quien trabaja en diferentes proyectos; unos de escala arquitectónica, así como nuevos libros tanto en México como en España e Inglaterra, ha tomado un año sabático de exposiciones mientras se dedica a un proyecto de investigación sobre las primeras plantas australianas colectadas en 1770, cuyo acervo herbario se conserva en el Museo de Historia Natural de Londres.

 

El trabajo del artista ha consistido en volver al lugar donde esas plantas fueron recolectadas en Australia para documentar el antes y el después con más de dos siglos de por medio, informaron sus promotores en un comunicado.

 

Los proyectos relacionados con la botánica han adquirido, con el paso del tiempo, un carácter de largo aliento para el artista. Su trabajo ahora se centra en la investigación mientras que considera a la obra como “el resto”, tan sólo el resultado.

 

Jan Hendrix nació en el poblado de Maasbree, Holanda, en el seno de una familia profundamente arraigada a la vida agrícola de la región y que se opuso drásticamente al oficio de artista , que desde los 16 años eligió Hendrix, por haber fallado persistentemente en todas las materias escolares excepto en dibujo.

 

Entre sus recuerdos de infancia destaca un día de campo a bordo del primer coche que adquiere su padre y una visita a un museo local, reminiscencia del Kunst-und Wunderkammer que habría de ser una referencia clara en su obra posterior.

 

A sus 17 años ingresó a la Real Academia de Arte de Den Bosch (pueblo natal de El Bosco), de donde fue expulsado por su conducta rebelde. Luego, invitado por el artista japonés Shinkichi Tajiri ingresa como alumno al Atelier 63 de la ciudad de Haarlem, la institución educativa más radical de ese momento (1968-1969).

 

Ahí conoció a sus mentores que, a través del cine y de la danza, lo introdujeron a una visión más multidisciplinaria del arte. Mientras prosiguió sus estudios, se integró a la imprenta Smeets en la ciudad de Weert para desempeñarse como impresor de pruebas.

 

En 1971-1975, instigado por el artista JCJ van der Heyden, continuó sus estudios de maestría en la Jan van Eyck Academie, donde inspirado por su contacto con su profesor Han Seur se enfocó hacia la gráfica.

 

De regreso en Maastricht, en 1975, Hendrix recibió una beca del Ministerio de Cultura de Holanda para viajar a México, con la encomienda de estudiar el paisaje mexicano. Su primer contacto fue José Chávez Morado, quien lo invitó a crear un taller de serigrafía en la Alhóndiga de Granaditas, en Guanajuato, con el fin de hacer el registro de los sellos cilíndricos de la colección precolombina de Frederick Fields.

 

A partir del nacimiento en 1976 de su hijo Jonás, en la Ciudad de México, Hendrix frecuentó el taller de Luis López Loza, un espacio colectivo en los edificios Condesa, donde trabajaban Emilio Ortiz, Fiona Alexander y Leonora Carrington, entre otros, y un lugar de encuentro de la comunidad artística más activa de ese momento (artistas, galeristas e impresores, entre otros).

 

Ahí conoció a dos individuos que tendrán una gran influencia en su carrera: Francisco Toledo y Gunther Gerzso, con quien compartió sus ideas sobre la ética y la perseverancia del artista.

 

Ya radicado en México, estableció su taller que dedicó a la producción propia y a invitar a otros artistas mexicanos a experimentar con la serigrafía, siguiendo la práctica de los talleres colectivos. En esta época, por invitación de Alejandro Luna, también participó en algunas escenografías para la Compañía Nacional de Teatro.

 

Una de las prácticas particulares de la producción de Hendrix es la colaboración con escritores para la edición de libros de autor meticulosamente ilustrados con obra original suya como: Gabriel García Márquez, Nobel de Literatura; Seamus Heaney y Bert Schierbeek, entre otros.

 

Su currículum de exposiciones en museos y galerías es amplísimo, con un promedio de tres a cuatro exposiciones por año. Destaca su continua participación en la Galería Clement, de Amsterdam, Holanda, y su trayectoria en México, primero con las extintas Galería Ponce y Galería Arte Contemporáneo y con la Galería de Arte Mexicano, donde hasta ahora continúa, además de La Caja Negra en Madrid, España.

 

En la actualidad, dedica parte de su tiempo a proyectos de colaboración arquitectónica, que parten de la investigación de la composición fractal, y que se incorporan al proyecto arquitectónico desde su concepción.

 

El primero de estos murales pertenece al Hotel Habita (con Enrique Norten y Bernardo Gómez Pimienta); a partir de ese proyecto ha desarrollado piezas para la fachada de la Rectoría de la UAM Ixtapalapa (con Alberto García Lascurain).

 

La fachada de Centro de Diseño, Cine y Televisión (con Salvador Arroyo, Alejandro Hernández y Juan Carlos Tello) el techo/caja de luz del Centro Cultural Bella Época del Fondo de Cultura Económica (con Teodoro González de León), el Museo de Memoria y Tolerancia (en colaboración con Arditti arquitectos) y el Student Center, Education City de Qatar Foundation en colaboración con el recientemente fallecido arquitecto Ricardo Legorreta. (Notimex)