El presidente Felipe Calderón Hinojosa ratificó hoy que la mayor amenaza para los derechos humanos son los delincuentes; por ello, anunció, el gobierno federal no cejará en su empeño por combatir al crimen “sin titubeos ni medias tintas”.

 

En el informe de actividades 2011 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) aseguró que esta lucha seguirá en el marco de la legalidad, con las herramientas institucionales que brinda la democracia, sin cancelar garantías para nadie y con respeto a los derechos humanos.

 

El mandatario federal garantizó que “en aquellos casos donde agentes del orden público violen tales derechos, que reciban el castigo que la ley establece”.

 

Afirmó que la defensa de los derechos humanos es un principio indeclinable “que no puede ser sacrificado” por otro como el de la seguridad pública, y se pronunció por hacerlos compatibles.

 

El titular del Ejecutivo federal refirió que la mayor amenaza para los derechos de las personas son los criminales que secuestran, roban y extorsionan a los mexicanos de bien.

 

Subrayó que de las organizaciones criminales proviene la principal amenaza contra la integridad, libertad y la vida de periodistas y defensores de los derechos humanos, a diferencia de lo que ocurría en el pasado “en otros países, o incluso en éste”.

 

Calderón Hinojosa hizo ver que la Procuraduría de Atención a Víctimas del Delito (Províctima) ha apoyado, en sus primeros 100 días de operación, a casi cuatro mil personas con asistencia jurídica, médica, psicológica y social.

 

Señaló que su administración tiene el compromiso firme de aceptar y cumplir las recomendaciones de la CNDH, con pleno respeto a su autonomía y a la autoridad que tiene, y dijo que revisará, incluso personalmente, los casos o circunstancias en las que no hayan sido aceptadas o cumplimentadas. (Notimex)