Reino Unido enviará en los próximos meses uno de sus buques de guerra más modernos a las islas Malvinas, en la costa argentina, un territorio británico reclamado por el país sudamericano desde 1833.
El anuncio, realizado hoy aquí por el ministro de Defensa británico, Philip Hammond, al llegar para el segundo día de reunión con sus homólogos de la OTAN, coincide con una escalada de la tensión entre británicos y argentinos por la soberanía de las islas.
No obstante, Hammond insistió que el despliegue del HMS Dauntless, equipado con misiles antiaéreos de alta tecnología Sea Viper, estaba planificado desde hace un año.
El ministro británico también trató de minimizar la importancia de la presencia del príncipe Guillermo en las Malvinas, que el gobierno de Argentina ha considerado una “provocación”.
El príncipe, piloto de la Royal Air Force, llegó a las islas el jueves para realizar una misión de seis semanas, que concluirá poco antes del 30 aniversario de la guerra de las Malvinas, entre argentinos y británicos.
“Todos los pilotos de búsqueda y rescate de las fuerzas navales y aéreas británicas realizan una misión en las Malvinas y es el turno del príncipe Guillermo. Está allí como piloto de búsqueda y de rescate, es una función humanitaria y es un despliegue de rutina”, afirmó Hammond.