El escenario que los estrategas de Enrique Peña Nieto veían como “el ideal” para que su candidato ganara la Presidencia ya no se dio. Ernesto Cordero, como candidato del PAN, y Andrés Manuel López Obrador, como abanderado de las izquierdas, eran vistos por los operadores del candidato priista como “los rivales más cómodos de enfrentar” en la contienda por la Presidencia. De López Obrador se les hizo, pero en lugar de Cordero tendrán que enfrentar a Josefina Vázquez Mota, una mujer, y eso cambia totalmente el escenario para el puntero en las encuestas.
En previsión del resultado que ayer se confirmó de manera contundente en el PAN, con el triunfo de Vázquez Mota, fue que los asesores de Peña comenzaron a airear las relaciones íntimas del candidato priista y su vida personal con las mujeres. También, previendo que Josefina fuera la candidata, el PRI, por instrucciones del mexiquense, decidió llevar, en la mayoría de las fórmulas estatales al Senado a candidatas mujeres cumpliendo, por primera vez en la historia del priismo, con una cuota cercana a 50% de candidaturas de género, en una fórmula que buscará repetirse en las listas de candidatos a diputados donde también habrá muchas candidatas.
Es decir, ante el escenario complicado que representa enfrentar a una mujer en la contienda, los estrategas priistas ya se habían preparado y harán que buena parte de los candidatos que harán campaña con Peña Nieto sean mujeres, de tal modo que no se le puede acusar de no impulsar al género femenino y no abrirle espacios en su partido. Pero, concediendo que esa estrategia les funcione, les queda otro tema por enfrentar a los asesores del mexiquense.
¿Cómo se ataca en campaña a una adversaria mujer sin parecer misógino o machista? Ese fue un dilema que Ernesto Cordero no supo resolver del todo y los pocos ataques que tuvo para Josefina Vázquez Mota no tuvieron el efecto que él buscaba en los debates. Y cuando se detectó un espionaje telefónico a la precandidata, ella denunció ante la PGR “a quien resulte responsable” y, del intento de exhibirla por llamar “patán” a Cordero, terminó en la víctima de una práctica sucia e ilegal.
Así que la elección de Josefina Vázquez Mota no sólo puede incrementar la competencia en la elección presidencial, sino que representa un reto adicional para el puntero Peña Nieto que tendrá un segundo lugar incómodo que no será fácil enfrentar, al menos de manera directa en el discurso y el mensaje. También para Andrés Manuel López Obrador, que hoy, según la mayoría de los sondeos, se ubica en la tercera posición, será interesante ver cómo aborda el tema de género en su estrategia por la que busca desbancar a Vázquez Mota y colarse a la segunda posición como primer paso en su estrategia.
El dilema es nuevo porque es la primera vez en la historia electoral de México -donde las contiendas presidenciales habían sido hasta ahora sólo “cosa de hombres”- que una mujer, como candidata, tiene posibilidades reales de pelear la Presidencia y no es, como ya había ocurrido con Rosario Ibarra de Piedra y Cecilia Soto, una candidata testimonial. ¿Cómo enfrentarán sus rivales a Vázquez Mota?
NOTAS INDISCRETAS… Josefina no fue la única mujer que ganó el domingo en la noche en el PAN. Entre las ganadoras no visibles está Patricia Flores, la ex jefa de la Oficina presidencial que anoche saboreaba la venganza al ver derrotado a Ernesto Cordero, quien le declarara la guerra en aquel verano de 2010 cuando el grupo cercano del presidente Calderón se partió en dos. Y con ella debió celebrar también Roberto Gil… Los dados repiten Serpiente. Mal se ve la semana.
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