La delincuencia se ha convertido en uno de los principales desafíos que amenazan a las economías y medios de subsistencia en los países del Caribe, según un reporte presentado hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

En su informe titulado “Desarrollo Humano y Cambio hacia una Mejor Seguridad Ciudadana”, el PNUD destacó que con excepción de Barbados y Surinam, los índices de homicidios relacionados con pandillas, incluidos los asesinatos, han aumentado en los últimos 12 años en todo el Caribe.

Para hacer frente al incremento de la tasa de criminalidad, el PNUD recomienda la combinación adecuada de políticas y programas, por lo que llama a los gobiernos a reforzar las instituciones públicas para combatir la delincuencia y violencia, así como impulsar medidas de prevención.

El informe del PNUD, con sede en Nueva York, recomienda a los gobiernos del Caribe poner en práctica la prevención de la delincuencia juvenil mediante la educación, así como proporcionar oportunidades de empleo a los más marginados de las ciudades.

El estudio se centra sólo en las realidades de los países caribeños de habla inglesa y holandesa, como Antigua y Barbuda, Barbados, Guyana, Jamaica, Santa Lucía, Surinam y Trinidad y Tobago, a cuyas autoridades insta a redoblar esfuerzos por revertir los índices de criminalidad.

América Latina y el Caribe son el hogar de 8.5 por ciento de la población mundial, sin embargo, la región representa alrededor del 27 por ciento de los homicidios del mundo.

A pesar de que el número total de homicidios en Jamaica se redujo en 2011, el país tiene la mayor tasa de homicidios en el Caribe y es el tercero a nivel mundial, con alrededor de 60 asesinatos por cada 100 mil habitantes.

Jamaica es superado por sólo dos países de Centroamérica, El Salvador y Honduras, con 66 y 82.1 asesinatos respectivamente por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con el reporte.

En Trinidad y Tobago, la tasa de homicidio aumentó cinco veces más en una década, es decir se reportaron 36 asesinatos por cada 100 mil habitantes en 2010.

Por su parte, el Departamento de Estado de los Estados Unidos informó la creación de un programa para rescatar las calles afectadas por la inseguridad en Latinoamérica, ya que es el principal factor de afectación al crecimiento económico.

El programa, impulsado Estados Unidos a través del Centro de Iniciativa de Seguridad Regional de América (CARSI, por sus siglas en inglés) y en cooperación con otros países, consiste en brindar seguridad ciudadana a fin de reforzar la seguridad en las comunidades promoviendo una cultura de legalidad.

CARSI colabora con diversos gobiernos centroamericanos para debilitar la estructura delictiva y disminuir la influencia y la violencia de cárteles de la droga, grupos del crimen organizado, traficantes de armas y otras organizaciones criminales transnacionales.

(Con información de Notimex)