En la recta final del sexenio, cuatro de cada 10 mexicanos considera que el presidente Felipe Calderón no ganará la lucha contra el crimen organizado y que la violencia prevalecerá en gran parte del territorio nacional, revela la Encuesta de Percepción de Inseguridad realizada por Consulta Mitofsky y México Unido Contra la Delincuencia.
La muestra, que se publicará de manera completa en los próximos días, también indica que siete de cada 10 mexicanos considera que es muy fácil conseguir un cigarro de mariguana, cifra que aumenta a ocho de cada 10 en el norte del país.
Durante el foro internacional “Drogas: un balance a un siglo de su prohibición”, investigadores y especialistas en temas de seguridad y narcotráfico coincidieron que la narcoviolencia y los crímenes de alto impacto en México no cesarán hasta que el gobierno federal realice cambios profundos en su política de combate a las drogas.
Jorge Hernández Tinajero, politólogo, internacionalista y profesor de la UNAM, aseveró que de acuerdo con datos y estadísticas oficiales, no existe una relación comprobada entre la existencia de drogas y la violencia.
“Tiene que ver más con las rutas de tráfico de enervantes que a las rutas de consumo. Hidalgo, por ejemplo, es un estado con altas tasas de adictos, de consumidores de drogas, pero en esta entidad no hay alta violencia, como la hay en Tamaulipas, Chihuahua, Veracruz y Guerrero, donde hay una mezcla entre rutas de tráfico y consumo.
“Entonces, es falsa la relación entre el consumo de drogas y la violencia. Creo que el gobierno federal deberá enfocarse más en mirar en otro tipo de soluciones para bajar la violencia que cada día empeora en muchas partes del país”, dijo.
Por su parte, Eduardo Guerrero, doctor en Ciencias Políticas, sostuvo que la narcoviolencia se produce por una combinación de arrestos de capos importantes, una policía debilitada y la disputa de plazas para el trasiego de drogas.
En este sentido, Alejandro Hope, director del proyecto “Menos crimen, menos castigo”, afirmó que históricamente se ha demostrado que el mercado de las drogas no genera violencia, por lo que las autoridades deberían establecer mecanismos de regulación para que los usuarios puedan acceder de manera controlada y, con ello, bajar las tasas de violencia en el país.
Luis Astorga, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, criticó la irresponsabilidad de la clase política por lucrar con el tema, y opinó que el próximo presidente de México deberá abrirse al tema, para considerar cambios en su estrategia contra el narcotráfico.
Despenalizar no eliminará la violencia
El secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, aseveró que la disminución de la violencia y el combate al crimen organizado en el país van más allá de la legalización de las drogas y del tema del narcotráfico.
Incluso, recordó que en México no se criminaliza el consumo de drogas en dosis personales.
El problema del crimen organizado va mucho más allá que solamente la legalización de un producto y es, como se ha manifestado aquí, un tema que incluso va mucho más allá solamente de la atención del narcotráfico”.
Comentó que el crimen organizado es un problema que rebasa fronteras, por lo que la presente administración ha destinado un presupuesto de más de 6 mil 600 millones de pesos para la prevención y el tratamiento de las drogas.
Tan sólo en Estados Unidos, subrayó, la venta de cocaína al menudeo genera ganancias superiores a los 35 mil millones de dólares.
En el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, el titular de la política interna sostuvo que el gobierno federal trabaja en el fortalecimiento de las instituciones, la reconstrucción del tejido social y en la profesionalización de jueces y policías.
“Absolutamente nadie va a venir a hacer por nosotros nuestro trabajo, nuestra tarea de construir un país de leyes. El crimen organizado y la delincuencia común tienen muchas caras, no solo la de las drogas. Y solamente en un entorno que sólo podemos construir los mexicanos vamos a tener los elementos para combatir a la delincuencia y construir una paz verdadera”, agregó.
La interrupción
Durante la intervención de Poiré Romero, un joven de nombre Alfonso lo interrumpió para responsabilizar al gobierno federal de formar a grupos criminales y provocar la narcoviolencia.
“Es que todos ustedes están ligados (al narcotráfico), desde los grandes ejércitos. ¿Quiénes son Los Zetas? Los entregaron los propios ejércitos, muchos de los que te están cuidando son asesinos.
“Juárez es el estado de terror, un estado totalitario y si no quieren ver la realidad pues adelante, sean pasivos, sigan con su remedo de democracia. Esto no es democracia, nosotros los adictos tenemos el derecho a drogarnos, es nuestra libertad inalienable”, dijo antes de ser aplacado por elementos del Estado Mayor Presidencial.
SIDE
Adolescentes, mayor riesgo
La presidenta del DIF nacional, Margarita Zavala, alertó que las drogas amenazan a los adolescentes, pues pueden ser fácilmente adquiridas en su entorno social, por lo que defendió su prohibición.
“Y que nuestros adolescentes mexicanos, digamos que entre 10 y 19 años, estamos hablando de 21 millones, que ellos puedan adquirir en la tiendita, afuera del colegio, en el supermercado o en el mercado heroína o mariguana, como se adquieren ahora cigarros y cervezas, desde luego prohibidos a los menores pero que se venden”, señaló.
Con sus imperfecciones, la prohibición mantiene la disponibilidad de las drogas más lejos de ellos y más oculta que la hipótesis de su libre disposición”, expresó.