Santander ha decidido colocar sus acciones en bolsa y está esperando el momento oportuno.

 

El mayor banco español ha adoptado como estrategia para sus filiales la colocación local de capital minoritario que le permita enraizar el negocio haciéndolo crecer y dotándolo de liquidez con socios locales. Así lo hizo en la bolsa de Sao Paulo, Brasil, en octubre de 2009 y en noviembre pasado volvió a repetir la estrategia con su filial Santander Chile.

 

En la lista de espera, desde hace un par de años, están Santander México y su filial en Gran Bretaña, operaciones que se han visto retrasadas ante el castigo que han impuesto los mercados a las acciones bancarias por la incertidumbre que genera la grave crisis fiscal europea sobre los balances de los bancos.

 

Sin embargo Santander México parece ser la opción inmediata más viable dada la mayor estabilidad del mercado mexicano.

 

Hace algunos días Marcos Martínez, presidente del banco en México, dijo en una entrevista, “cuando salgamos a Bolsa en México será porque hay buenas condiciones de mercado, porque seguramente seremos la colocación más grande en la historia de México”.

 

La euforia de Martínez se desprende de la realidad que vive la banca española que la obliga a voltear a mercados como el mexicano que ofrecen un panorama mucho más alentador para los próximos tres o cuatro años. En México Santander ocupa el tercer lugar en activos muy por detrás de los líderes BBVA y Banamex, pero con Banorte pisándole los talones y HSBC a una corta distancia.

 

Esta posición ha incomodado a Emilio Botín, un banquero agresivo en los mercados en los que participa. Y es que el potencial de rentabilidad futura que ofrece el mercado mexicano lo hace un mercado muy atractivo especialmente en momentos en que los mercados europeos pierden piso.

 

De allí que ante imposibilidad de crecer en el mercado mexicano a base de compras, toma importancia acelerar su participación de mercado a través de la inyección de mayor capital producto de una colocación accionaria minoritaria local.

 

Y la coyuntura de alta volatilidad parece comenzar a ceder terreno y abrir espacio para una operación como ésta. El índice de la Bolsa ha crecido 3.3% en el año, pero el precio de las acciones de su competidora Banorte ha crecido 27% en 2011. Inbursa, la otra acción bancaria relevante, creció casi 6%.

 

La clave para la salida a Bolsa de Santander México será la estabilidad de los precios de las acciones bancarias en las próximas semanas y de la paridad cambiaria, y en ello tienen una fuerte incidencia los resultados que arrojen las variables macro de la economía estadounidense y la menor volatilidad financiera europea. De cualquier modo el escenario para una operación de este calado parece mucho más propicio ahora que hace dos meses atrás.

 

Habrá que ver cuánto capital coloca Santander en México y a qué precio. Las dos referencias que se tienen a la mano es el valor bursátil de Banorte que se sitúa en alrededor de 8,500 millones de dólares, y la venta del 20% de Inbursa a La Caixa por 1,500 millones de dólares que en 2008 –antes de la crisis financiera global- valoró al banco de Carlos Slim en 7,500 millones de dólares. Con estos dos datos públicos se puede pensar que Santander buscará un precio de referencia entre 9 y 10 mil millones de dólares para realizar su colocación accionaria.

 

Ahora el asunto es ¿en qué momento?

 

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