Fotos: Ernesto Ramírez
Desde 1999, en este lugar se fabrican exclusivamente las banderas monumentales que lucen en astas de por lo menos 50 metros y hasta los 110 metros de altura.
Se trata de la Dirección General de Fábricas de Vestuario y Equipo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), donde se produce todo lo que requiere el soldado para sus actividades castrenses, incluyendo botas, calcetines, calzoncillos, chamarras, mochilas, camisetas, trajes de gala, chalecos antibalas, cascos, bolsas para dormir, frazadas, literas, muebles de oficina y banderas oficiales.
De acuerdo con la dependencia, las banderas monumentales tienen como finalidad fortalecer el sentido de pertenencia de todos los mexicanos, así como la identidad, soberanía, espíritu cívico, patriótico, nacionalista y responsable.
Las medidas de estas banderas pueden ser de 25 por 14.3 metros o 55 por 31.4 metros. El asta es de una altura de 50 a 110 metros.
La tela que se utiliza en su elaboración se denomina Ripstop, de fabricación estadounidense, y es teñida en la planta de acabados de la Sedena.
Estos textiles tienen la característica de evitar que se desgarre debido a que tanto en la trama como la urdimbre está reforzada con hilos de alta resistencia, con un aspecto de cuadrados en la tela que impide que se corra y expanda un tajo o cortadura.
Las banderas, de acuerdo con un decreto presidencial del 1 de julio de 1999, quedan bajo la responsabilidad de la Sedena, siendo esta institución la que otorga la autorización de la materialización de estas obras, de su custodia y de sus honores.
El 15 de Julio de 1996 se colocó la primera bandera monumental en el Colegio Militar en la Ciudad de México. La más grande del país se encuentra en Iguala, Guerrero, ciudad que es cuna de la bandera. Su asta mide 110 metros de altura y la tela tiene mil 800 metros cuadrados de superficie.
Además, a lo largo del territorio mexicano se encuentran varias banderas con astas de 100 metros de altura; tres de ellas están en el Distrito Federal. Las más pequeñas pesan alrededor de 180 kilogramos. El costo de estas oscila entre los 55 mil pesos y los 125 mil pesos.
Debido a que las banderas monumentales sufren rasgaduras por los fuertes vientos y los cambios climáticos, tienen una vida media de seis meses, según el lugar donde ondeen.
Las banderas que se deterioran mucho se incineran, a excepción de aquellas que se consideran que tienen una historia gloriosa.