Iñaki Urdangarin, yerno del rey Juan Carlos, defendió hoy su inocencia antes de comparecer en los Juzgados de la ciudad de Palma de Mallorca acusado de malversación de fondos públicos y fraude a la Administración, y aseguró que aclarará “la verdad de los hechos”.
Urdangarin es el esposo de la infanta Cristina, la hija menor de los reyes Juan Carlos y Sofía, y el primer miembro de la familia real española imputado en un caso de supuesta corrupción.
El duque de Palma comparece a esta hora como imputado ante Jose Castro, el juez instructor del caso Palma Arena, que investiga un supuesto uso irregular de fondos públicos por el Instituto Nóos.
Este instituto es una entidad sin ánimo de lucro presidida por Urdangarin que recibió casi seis millones de euros (cerca de ocho millones de dólares) entre 2004 y 2007 de varias administraciones públicas.
“Comparezco hoy para demostrar mi inocencia, mi honor y mi actividad profesional”, manifestó Urdangarin a los periodistas a su llegada a pie, y no en coche como estaba previsto, a los Juzgados y no aprovecharse así de ningún trato de privilegio con respecto al resto de los imputados en la causa.
Con gesto muy serio, el esposo de la infanta Cristina defendió que en los últimos años ha ejercido sus “responsabilidades” y tomado “decisiones de manera correcta y con total transparencia”.
“Mi intención en el día de hoy es aclarar la verdad de los hechos y estoy convencido que la declaración contribuirá a demostrarlo”, recalcó el duque antes de entrar en los juzgados.
Urdangarin, que reside en Washington desde 2009 y que llegó esta semana a España, agradeció la atención de los periodistas y accedió al edificio acompañado de su abogado, Mario Pascual Vives, el único que le asiste en la declaración de hoy.
El duque, que se encuentra en Palma junto a su esposa, inició su comparecencia a las 09.10 horas (8.10 GMT) y en ella tendrá que responder a las preguntas del juez Castro, los fiscales anticorrupción de Baleares y los más de 60 letrados personados en la causa del caso Palma Arena.
Fuentes judiciales auguran que la declaración podría prolongarse hasta mañana, domingo.
El duque de Palma es sospechoso de montar un entramado societario para desviar fondos públicos a través del Instituto Nóos, donde entró en 2003 como administrador.
Al año siguiente se convirtió en su presidente, momento en que era gerente su exsocio Diego Torres, quien pasó a dirigir el instituto cuando Urdangarin dejó la presidencia en 2006.
La Fiscalía les acusa a ambos de haber creado un entramado de varias empresas, administradas por ellos mismos o sus familiares, para apropiarse de ese dinero, y además de encomendar el traslado de parte del mismo a paraísos fiscales.
La Fiscalía sostiene que crearon una “estructura societaria” en Belice y Reino Unido, que usaron supuestamente para desviar cientos de miles de euros de Nóos, un instituto que, además de los fondos públicos, ingresó entre 2004 y 2008 otros 4,1 millones de euros procedentes de empresas y organismos privados.
El juicio ha despertado una enorme expectación, con 60 medios acreditados en el Tribunal Superior de Justicia de Baleares, entre ellos las principales agencias de noticias internacionales y varias cadenas de televisión extranjeras.
También ha concitado protestas de grupos antimonárquicos y, de hecho, unas 500 personas se manifiestan frente a los Juzgados contra la corrupción y la Monarquía, y en favor de la República. EFE