Entrevistado en el lobby de un lujoso hotel de Paseo de la Reforma, acompañado de su esposa, Rosario Domecq, el diestro español Julián López El Juli, afirma que poderosas mafias quieren acabar con la fiesta brava en México y España pero nunca lo lograrán y subraya que el único sitio donde no existen las mafias es cuando se está frente al toro y que la fiesta brava es un homenaje a la bravura de los astados.

 

 

Conservando aún cosas de chamaco, nació el 3 de octubre de 1982, se da tiempo para cotorrear con los botones del hotel y, con cierta pena, obsequia autógrafos a quien se lo solicita pues dice que no es nadie famoso.

 

 

Sencillo en su trato y con un lenguaje desparpajado, responde:

 

¿Por qué torero?

Desde siempre estuve lo bastante seguro para serlo, lo que pasa, es que hasta que tienes cierta edad no te tomas tan en serio..

 

¿Qué sentiste la tarde del 16 de marzo de 1997 en la plaza de toros de Texcoco, cuando por primera vez te enfrentaste a un toro?

Muchísimo miedo y un gran temor al fracaso…

 

¿De veras a un torero le duele el fracaso?

El fracaso duele muchísimo más que las cornadas, y mira que he recibido muchas.

 

En esas tardes ¿te sientes perdido en un ruedo de arena, lágrimas y fracaso?

Mira, aunque he llorado por mis fracasos en los ruedos, debo confesar que también tengo muchas dudas o misterios en mi vida sin resolver y sin que Dios me ayude.

 

¿Lo buscas y no te hace caso?

A diario converso con él y le pregunto que me diga qué es lo que voy a hacer de mi vida y cómo va acabar?

 

¿Reniegas de la vida o te marcas metas inalcanzables?

No, para nada, disfruto mucho de la vida día con día, máximo ahora que nacieron mis hijos.

 

¿Te da miedo la mediocridad cuando ya saboreaste el éxito?

Simplemente vivo el hoy y el mañana…

 

¿Es verdad que duelen más las cornadas que da el hambre?

Ja, ja, ja, esa es una frase muy utópica, pero tampoco creo que sea mala. En mi caso, afortunadamente, jamás he sufrido de ese tipo de cornadas.

 

¿A tus 30 años ya eres un auténtico millonario?

-No, no me considero un millonario…

 

¿En qué inviertes ese capital que obtienes de tu esfuerzo en los ruedos?

Mira, no es que sea modesto, pero lo poco que he ganado, de ninguna manera puede ser considerado como una millonada. He ahorrado un poco y también he ayudado a mis hermanos menores.

 

¿Por qué nunca hablas de tu vida privada?

Porque hasta hoy, jamás había llegado un periodista que se preocupara por el ser humano y no por la figura pública.

 

¿Te molesta hablar de ti mismo?

Lo más importante de la vida es cuando uno dice lo que siente, pero cuando uno anda por la vida dando rodeos no es feliz.

 

¿Es verdad que te volviste un tanto narcisista y te mueres por aparecer en televisión y cine?

¡Eso es totalmente falso! Me gusta verme bien que es muy diferente. Soy enemigo del protagonismo y de la farándula…

 

¿Cuando te casaste y ahora que nacieron tus hijos, la revista Hola te dio la portada?

Mira, como decimos en España, me gusta el mundo en el que vivo y lo de mi boda y el nacimiento de mis mellizos es algo que viene al parejo de mi profesión.

 

¿Quieres decir que si no fueras torero rechazarías salir en periódicos, televisión y cine?

¡Exacto!, me horrorizaría salir en los periódicos y en la televisión.

 

¿No es una falsa modestia de tu parte?

No, lo digo con toda la verdad.

 

¿Dejarías los toros para dedicarte a la política y ser Presidente de España?

Ja, ja, ja, ¿político yo? Ni que estuviera loco como Aznar.

 

¿Te molesta que se te considere un fenómeno en los ruedos?

¡Coño!, eso es algo que ni yo mismo me lo creo.

 

¿Te cuesta trabajo conservar la sencillez?

Julián López es mucho más sencillo y normal de lo que se imaginan, y quizás, demasiado tímido, pero te diré que mi deseo de querer lograr más cosas no me permite convertirme en alguien déspota.

 

¿Cuáles son esas cosas por lograr que te tienen tan ocupado?

Antes que nada, quiero llegar a ser un gran torero y sé que aún tengo que prepararme.

 

¿Existen las envidias entre los toreros?

¡Coño!, tus preguntas me ponen muy nervioso… No sé que decirte. No sé si tenga partidarios o detractores.

 

¿La batalla entre la bestia y el torero dentro del ruedo te convierte en el ser más solitario del mundo?

Esa batalla, creo que es el momento cumbre y completamente feliz, sobre todo, cuando en la plaza ha cuajado una gran faena y ha hecho vibrar al público.

 

¿Le tienes miedo a la muerte?

¡No!, no es algo en la que piense cuando estoy en el ruedo, y quizás, me llegue cuando menos lo espere. La muerte es algo que todos los seres humanos tenemos muy cerca y sin embargo, la ignoramos.

 

¿Tienes ídolos?

¡Claro!, mis ídolos son el Cordobés, Antonio Ordoñez, Manolete, Manzanares y don Silverio Pérez, aunque creo que murió muchísimo antes de que yo naciera. Hoy admiro el valor del Zotoluco.

 

¿Cuándo sales al ruedo, realmente estás preparado para ser un gran torero?

Es algo innato y que traes en las venas.

 

¿Un torero nace o se hace?

Hay que nacer torero para poder enfrentarse al animal y no hacer el ridículo.

 

¿Quién es más animal en el ruedo: el toro o el torero?

¡Uff!, no sé que decirte, pero pues hay que fajarse.

 

¿Es verdad que originalmente querías ser futbolista, pero como no pudiste destacar optaste por los ruedos?

Un tanto molesto por la pregunta, responde con voz fuerte

¡Eso no es verdad!, durante una temporada estuve jugando futbol en un equipito de mi pueblo, pero el futbol no logró atraparme!

 

¿Crees que en México se acabaron los grandes toreros?

México es y ha sido cuna de los mejores toreros del mundo y eso que dices que ya se acabaron no es verdad. Este bendito país no ha dejado de producir grandes figuras y mira ahí esta el Zotoluco.

 

¿México es el trampolín para que los toreros españoles alcancen la fama mundial?

Indudablemente, es la mejor puerta de toda América y esto lo digo a título personal. México ha sido la base sólida de mi carrera. Sin este gran país El Juli no sería absolutamente nada.

 

¿Ser el mejor es tu única meta?

Hombre, metas he tenido muchas, pero bueno, ojalá que tu voz sea de profeta y algún día llegue a ser considerado como el mejor torero del mundo, ese es mi mejor y mayor sueño.

 

¿Piensas retirarte de los ruedos a temprana hora?

Sí, más ahora que nacieron mis hijos. Pero me retiraré el día que ya no sienta nada por el toro. Creo que a los 40 años de edad es el tiempo perfecto; déjame decirte que es una pregunta muy interesante y que no me habían hecho. Hablar de mi retiro justo cuando acaban de nacer mis hijos.

 

¿Qué consejo le das a los novilleros que te toman como ejemplo?

El Juli no es absolutamente nadie para dar consejos. Los únicos que dan consejos son los maestros y para eso me falta muchísimo tiempo y experiencia y apenas estoy aprendiendo.

 

¿Qué pasa por tu mente cuando eres el centro de atención de miles de personas?

¡Hombre!, pues cuando estás frente al toro, la mera verdad, es que te transformas por completo y te olvidas de todo y hasta de que existes. Muchas de las veces la gente piensa que uno es arrogante y soberbio, cuando en realidad estas metido a fondo en la faena.

 

¿Qué sientes cuando un toro no te ayuda a lograr una buena faena?

¡Caray!, sientes una enorme frustración. En esta carrera hay tardes en las que no logras absolutamente nada.

 

¿La nobleza se gana o se pierde en el ruedo?

Indudablemente se gana y va muy en la línea de la sinceridad.

 

¿De veras, existe la sinceridad en el ruedo cuando engañas al toro y lo llevas a la muerte?

La sinceridad en el ruedo es la pureza y un toreo profundo.

 

¿Es sincero y noble matar un toro como si fuera algo divertido arrebatarle la vida a un ser vivo?

¡Coño!, me dejas frío y sin saber que responderte. Mira, no estoy asesinando absolutamente a nadie. Es un animal que tarde o temprano será sacrificado y de una manera mucho más salvaje, mientras que en los ruedos se le rinde un tributo a su bravura y muchas de las veces optamos por indultarlo.

 

¿Qué sientes cuando tiras a matar: placer, dolor o culpa?

¡Hombre!, sin duda alguna, hay un momento en que con ciertos toros te da pena arrebatarles la vida porque no merecen la muerte.

 

¿Cómo es un día sin suerte para un torero?

Un día sin suerte para un torero es como si no lo hubiera vivido.

 

¿El llanto logra mitigar ese dolor?

No, lo único que sucede es que te da mucho coraje y te toca el amor propio. Tienes mucha razón, el fracaso es algo que duele muchísimo.

 

¿Cómo lograr esa comunión entre el animal y el torero?

Eso es establecer una mágica comunión y lograr entendernos, pero también hay animales muy toscos que no te permiten ni el mínimo acercamiento.

 

¿Antes de la corrida se puede preparar el animal para que ceda?

No suelo hacerlo, prefiero esperar esa sorpresa en el ruedo.

 

¿Cómo utilizas tu tiempo libre?

Llevo una vida muy normal, ahora disfruto mucho de mi esposa y a mis hijos,  también me gusta ir al cine, caminar por el campo.

 

¿Cómo es un día del Juli en México?

Tengo muchos amigos que son ganaderos y me invitan al campo, a sus ranchos. Detesto estar encerrado en los hoteles, por cierto, te doy la exclusiva, pronto viviré una temporada en Querétaro.

 

¿La fama duele?

No sé si duela o no porque jamás he creído ser famoso.

 

¿Detrás de la fama, la soledad es como un bálsamo?

Creo que has dado en el punto exacto.

 

¿Es verdad que ahora quieres ser actor y dejarás los ruedos?

Ja, ja, ja, no para nada. Ser torero es una profesión muy seria y me resultaría muy difícil alternar otra actividad con lo mío

 

Unos jóvenes se acercan a pedirle un autógrafo.

¿Te molesta que te pidan autógrafos?

No, lo que sucede es que me da vergüenza no soy nadie especial.

 

¿Como valoras la amistad siendo alguien tan famoso?

La amistad debe estar muy por encima de la fama. El torero se acaba y los amigos jamás.

 

¿Por qué se hablaba tanto de tus preferencias sexuales?

¡Esa es una pregunta muy fuerte! Cuando alguien destaca se inventan muchas cosas. Mira ahora, estoy felizmente casado y con dos hijos, así es que quien dude de mi sexualidad. Allá ellos.

 

¿Cómo evalúas esta gira por México con respecto a las anteriores?

Creo que esta es la más importante y sin lugar a dudas, el público mexicano es el más exigente de toda América Latina. Cuando le enseñas algo, la próxima vez te exigen el doble, y la gente que va a la plaza se divierte mucho al ver como arriesgas la vida.

 

¿Como en los circos romanos?

Es muy duro y cruel, pero así es la fiesta de los toros y te recriminan cuando te cuidas demasiado, pero así es la fiesta brava.

 

¿Existen las mafias detrás de la fiesta brava?

Claro que las hay y están empecinadas en acabar con la fiesta brava. Se aferran en “rasurar” a los toros y el único sitio en donde no hay mafias es cuando se está delante del toro. Hay empresarios que te cobran hasta porque pongas un pie en su plaza.

 

¿Qué opinas de que en España y México quieran desaparecer las corridas de toros?

Nunca podrán en el mundo entero, acabar con una fiesta tan importante como son los toros.

 

Entrevista hecha por: Edmundo Cázarez C.