Las instituciones penitenciarias están cooptadas por grupos de poder que determinan lo que ocurre adentro y están a cargo de los diversos mercados ilegales que se generan en estos lugares, “lo que es un ingrediente más de preocupación, porque la violencia está ahí a flor de piel”.
En conferencia de prensa, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Plascencia destacó que el organismo a su cargo propone un plan de acción que incluya facilitar la libertad anticipada y urgió a generar medidas de contingencia ante desastres naturales o provocados en las cárceles.
El plan, detalló, consiste en proponer iniciativas que eviten que los reclusorios se llenen con personas que, como ahora “están ahí por delitos que podrían resolverse sin que esos espacios continúen como bolsas de trabajo de la criminalidad organizada”.
Este plan de acción, mencionó, requiere también una estrategia para disolver los grupos de poder al interior de los penales a cargo de negocios como la trata de personas para fines sexuales, así como del resto de mercancías manejadas en el “mercado negro” al interior de los penales.
El ombudsman capitalino recordó que los penales capitalinos son de los más sobrepoblados del continente y constituyen una bomba de tiempo, y sus problemas, al igual que los del sistema penitenciario en su conjunto, están a la vista de todos.
Por ello, dijo, “es urgente realizar acciones que prevean fatalidades que tuviéramos que lamentar”, por lo que hizo un llamado al Gobierno del Distrito Federal (GDF) a eliminar o, por lo menos, reducir el riesgo por eventualidades al interior de los centros de reclusión.
“Es un hecho real que en prisiones como las que tenemos, con una sobrepoblación de 100 por ciento, cualquier contingencia se convierte en un peligro real para todas las personas que se encuentran dentro de los reclusorios, empleados e internos y sus familias, en días de visita”, comentó.
Advirtió que hasta el momento, el sistema penitenciario no ha informado ni ha dado la certeza de que cuente con un plan de contingencia que permita desalojar a las y los internos y trasladarlos, en una situación de riesgo o peligro para sus vidas.
“Hablamos de cualquier tipo de circunstancias, tanto contingencias naturales, desastres o sismos, así como accidentes, incendios provocados o no, epidemias, riñas y otros actos que desde la prisión pudieran suscitar circunstancias tales que en ausencia de un plan de contingencia impliquen la muerte de personas”, añadió. (Notimex)