El arquitecto chino Wang Shu, reconocido hoy con el premio Pritzker, ha sabido adaptar la modernidad constructiva a la realidad local y tradicional de China, según alabó el jurado de este galardón considerado el Nobel de la Arquitectura.
Los miembros del jurado consideran que el arquitecto ha sabido traspasar el dilema entre la tradición y la modernidad para construir una obra “atemporal, profundamente arraigada en su contexto y pese a ello universal”, en palabras del chileno Alejandro Aravena, miembro del jurado, según recoge un comunicado de la organización.
Tras ver “en profundidad” el trabajo de Wang Shu en China, el jurado subraya que el galardonado ejemplifica “la capacidad de la arquitectura actual de arraigarse en un suelo cultural local e incorporar profundos ecos de una tradición específica”, declaró Juhani Pallasmaa.
Otro de los miembros del jurado, Justice Stephen Breyer, acentuó la juventud del premiado, de 48 años, lo que constituye “un mensaje de optimismo, reconocimiento y esperanza” que pronostica que creará más trabajos similares en un futuro.
El jurado ha insistido en la importancia que adquiere la creatividad arquitectónica en China en pleno crecimiento demográfico y urbanístico: “Demuestra que la arquitectura en China es más que una producción en masa impulsada por un mercado banal y la reproducción de lo exótico”, consideró Yung Ho Chang.
Para Glenn Murcutt, el profesional chino ha aportado modernidad, racionalidad, poesía y madurez que enriquecen la historia, cultura y arquitectura del país asiático.
“Su uso transformativo de materiales y motivos antiguos es altamente original y estimulante”, destaca Zaha Hadid.
El presidente del jurado, Lord Palumbo, concluyó que no hay duda de estar ante una obra maestra.
Nacido el 4 de noviembre de 1963 en Urumqi, en la región autónoma de Xinjiang, el premiado ha trabajado solamente dentro de China y ha desarrollado la mayor parte de su obra en Hangzhou, a 170 kilómetros al suroeste de Shangai, donde dirige desde 1997 junto a su esposa, Lu Wenyu, el “Estudio de Arquitectura Amateur”.
Recalca el jurado, que pese al nombre, el estudio no tiene nada de “amateur” y mucho de “virtuoso”. EFE