Agencias policiales de Estados Unidos usaron tácticas “irresponsables” similares a las de la Operación Rápido y Furioso con un intermediario que traficó un arma usada en el asesinato del agente Jaime Zapata en México, según legisladores republicanos.
El senador Charles Grassley, de Iowa, y el representante Darrell Issa, de California, señalaron en un carta enviada al procurador Eric Holder que el caso del traficante de armas Otilio Osorio muestra asimismo una inadecuada supervisión de las armas bajo monitoreo.
“La ausencia de vigilancia sobre individuos que se sabía traficaban armas a México fue el problema central de las tácticas usadas en ‘Rápido y Furioso’… Las mismas tácticas irresponsables parecen haber sido usadas en este caso”, escribieron.
Como parte de una investigación de la agencia estadunidense antidrogas (DEA), integrantes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) atestiguaron sobre el caso.
De acuerdo con sus testimonios, Otilio y su hermano Ranferi entregaron 40 rifles con números de serie desfigurados a un informante de la ATF, para ser enviados a México.
Grassley e Issa citaron una situación similar en el caso de Manuel Barba, quien habría coadyuvado al tráfico de otro rifle usado en el crimen contra Zapata, e indicaron que la ATF abrió el caso sobre el intermediario dos meses después que tomó posesión del arma.
Jaime Zapata, agente del Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), fue asesinado en México el 5 de febrero de 2011 cuando el vehículo donde viajaba junto con su compañero Víctor Ávila fue interceptado por presuntos miembros del grupo delictivo de los Zetas.
Por esa muerte, fue acusado en Estados Unidos Julián Zapata Espinoza “El Piolín”, quien enfrenta juicio en una Corte del Distrito de Columbia tras haber sido extraditado desde México en diciembre pasado.
Los legisladores republicanos, quienes dirigen una pesquisa sobre Rápido y Furioso que los demócratas consideran una cacería política, pidieron a Holder informar si agentes de la ATF contactaron a Barba antes de recibir el arma con la que fue asesinado Zapata.
Asimismo, pidieron al procurador que aclare las razones por las que Barba no fue arrestado en octubre de 2010, cuando agentes de la ATF se enteraron que el sujeto estaba alterando el número de serie de los rifles a fin de ser llevados a México.
Holder, quien ha hablado en el Congreso en al menos seis ocasiones en relación con los polémicas operativos para dejar “caminar” los rifles de asalto a México, tiene previsto comparecer este martes en la Cámara de Representantes, para tratar asuntos presupuestales.
Aunque los operativos realizados sobre Osorio y Barba no estaban relacionados con Rápido y Furioso, de acuerdo con la ATF, los legisladores republicanos sostienen que se usaron tácticas parecidas.
La operación Rápido y Furioso fue abordada este mes en la comparecencia de la secretaria de Seguridad Interna (DHS), Janet Napolitano, quien reiteró su postura de que hubo en esa acción “serios errores”, y que no deben repetirse operativos similares.
También fue un tema de debate este mes en la audiencia del director de Inteligencia Nacional, James Clapper, quien declinó hablar del tema en el Senado, argumentando que en la operación del Departamento de Justicia no se emplearon “canales de inteligencia”.
Rápido y Furioso, que permitió la entrada de más de dos mil armas a México, es también objeto de una investigación separada del Inspector General del Departamento de Justicia. (Notimex)