El parlamento griego aprobó hoy por mayoría absoluta las disposiciones de ley que prevén recortes adicionales por valor de 3 mil 200 millones de euros, incluidas bajadas en las pensiones y la reducción del salario mínimo.
La legislación ratificada hoy era necesaria para que entren en vigor las medidas exigidas por la troika -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)- como condición para la concesión del segundo paquete de rescate: un préstamo por valor de 130 mil millones de euros.
El texto, ratificado en el parlamento por la vía de máxima urgencia, fue apoyado por 202 de los 300 diputados con que cuenta la cámara, mientras que 80 votaron en contra y el resto se abstuvo o no asistió a la votación.
A la mayoría de 193 escaños que suman los dos partidos que apoyan al gobierno de Lukás Papadimos -el socialdemócrata PASOK y la conservadora Nueva Democracia (ND)- se añadió el apoyo de varios centroderechistas agrupados en torno a la exministra Dora Bakoyannis y el de algunos diputados conservadores que habían sido expulsados de ND por su oposición al acuerdo con la troika pero que han terminado por regresar.
Las medidas, agrupadas bajo el título “Adaptación del contenido de las pensiones y otras disposiciones de emergencias para la puesta en práctica del Memorándum” con la troika, incluyen importantes recortes presupuestarios, principalmente en Sanidad y Pensiones y, en menor medida, en Defensa.
El salario mínimo se reducirá el 22%, hasta los 585 euros mensuales brutos, una reducción que será del 32% para los menores de 25 años.
Las pensiones de más de mil 300 euros mensuales bajarán el 12%, así como los suplementos de las pagas de jubilación superiores a los 200 euros mensuales.
Durante el debate en el plenario, el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, reconoció que los recortes son “dramáticos” pero aseguró que no queda otro remedio: “Si no comenzamos a generar superávits primarios (antes del pago de deuda e intereses) el próximo año, la situación será catastrófica”, alertó.
Además del préstamo, una vez aprobadas las reformas se llevará a cabo la reestructuración de la mitad de los bonos helenos en manos privadas.
Precisamente la puesta en marcha de un plan de canje de bonos griegos con los grandes acreedores privados, que supone en la práctica una quita de 107 mil millones de deuda, llevó a la agencia de calificación de riesgos Standard & Poors (S&P) a rebajar el lunes la nota de la deuda griega a la categoría de impago selectivo.
Esta decisión era “esperada” por el Ministerio de Finanzas Griego, según informó en un comunicado poco después del anuncio de S&P.
“La decisión de S&P de degradar a Grecia a la categoría de impago selectivo (…) estaba prevista y estamos listos para hacer frente a sus consecuencias”, aseguró el ministerio en la nota. EFE