En medio de una escalada de tensión con Londres, la presidenta Cristina Fernández sorprendió hoy con una propuesta para organizar vuelos a Malvinas desde Argentina, durante un discurso ante el Congreso en el que alivió la presión sobre YPF, pero no despejó las dudas sobre el futuro de la petrolera.
El conflicto por la soberanía de Malvinas y los rumores sobre un posible desembarco del Estado en YPF eran los temas más esperados de la inauguración del curso legislativo y fueron precisamente los últimos a los que se refirió la presidenta.
«No he venido peleadora, he venido a informar”.
Casi al final de su discurso, sorprendió con una propuesta para renegociar con el Reino Unido el plan de comunicaciones de las Islas Malvinas y ofrecer un aumento de las frecuencias semanales de vuelos con salidas desde Buenos Aires y aviones de Aerolíneas Argentinas.
En 1999, Argentina acordó con el Reino Unido permitir el uso de su espacio aéreo para que la chilena Lan volara a las islas desde territorio chileno.
«No estamos para perjudicar a ninguna comunidad», afirmó Fernández, lejos del tono de crispación exhibido en ocasiones anteriores al hablar del tema.
Un día antes, la Unión Europea anunció su intención de emprender acciones diplomáticas «apropiadas» en respuesta al llamamiento del Gobierno argentino a boicotear comercialmente al Reino Unido, en vísperas del 30 aniversario del inicio de la guerra por la soberanía de las islas Malvinas, que dejó cerca de 900 muertos.
Tras la mención a YPF, las acciones de la compañía subieron un 16.8 % en la bolsa de Buenos Aires, aunque fuentes del sector consultadas por se mostraron cautas sobre la estrategia gubernamental y no descartaron una nueva embestida oficial en los próximos meses.
La presidenta aprovechó el escenario para reiterar que no le «temblará la mano» para tomar la decisión «que tenga que tomar» con la concesión privada del servicio ferroviario tras el accidente que costó la vida la pasada semana a 51 personas.
«No me va a temblar la mano para tomar las decisiones que tenga que tomar», afirmó la mandataria, que ha sido duramente criticada por la gestión de siniestro y la falta de control estatal sobre las empresas concesionarias.
A juicio del izquierdista Claudio Lozano, del Frente Amplio Progresista, trató de «hacer parecer a Argentina como Disneylandia», mientras que la conservadora Gabriela Michetti se preguntó «quién vive en el país del que hablaba la presidenta». (EFE)