La ordenanza municipal que obliga a los actores de cine porno a usar preservativo en los rodajes realizados en Los Ángeles entró hoy en vigor tras su aprobación en enero y con el objetivo de prevenir la transmisión del sida.
La medida afecta a la multimillonaria industria del porno radicada principalmente en el valle de San Fernando, un suburbio ubicado en su mayor parte dentro de los límites de la ciudad californiana y que es considerado la capital del cine XXX en EU.
Las autoridades dieron el visto bueno a la ordenanza en una junta municipal que tuvo lugar el 17 de enero a pesar de la oposición de los productores del sector, que consideran que ya existen suficientes controles sanitarios para evitar la transmisión del VIH entre los intérpretes sin necesidad de imponer el condón.
Desde el ayuntamiento angelino aún se están perfilando los detalles sobre cómo se velará por el cumplimiento de la nueva normativa, que además establece un impuesto a las productoras de cine XXX con el fin de financiar las inspecciones por sorpresa a los rodajes.
La medida fue promovida por la organización AIDS Healthcare Foundation, que, tras años tratando de movilizar a los políticos locales para que impusieran el uso de preservativos durante el rodaje de filmes pornográficos, terminaron por ser escuchados cuando decidieron forzar un referéndum al respecto.
Tras su victoria municipal, los activistas contra el sida quieren lograr el mismo resultado en el condado de Los Ángeles, para lo que están trabajando en promover una consulta popular vinculante al respecto.
Estas iniciativas se producen a pesar de que la ley estatal de California ya exige el uso de preservativos en los rodajes de cine X, una medida que según los activistas del sexo seguro apenas se hace cumplir.
Los profesionales del cine pornográfico están sometidos a controles mensuales para comprobar que no padecen VIH, clamidia, sífilis, gonorrea ni otras enfermedades de transmisión sexual.
“Los controles se llevan haciendo desde hace varios años, nadie ha dado positivo dentro de la industria. En los últimos 6 años se han hecho más de 300 mil escenas de sexo adulto grabadas y los hechos son que las pruebas funcionan. La verdad es que los actores no quieren que se les obligue a usar condón”, dijo a la cadena KTLA el productor Steve Hirsch, de Vivid Entertainment.
Las compañías del cine porno consideran que a los amantes de este género de películas no les gusta ver a los actores usando preservativo y eso perjudica los ingresos.
Durante los últimos años, las filmaciones de cine porno en el área de Los Ángeles tuvieron que suspenderse en varias ocasiones después de que se detectaran casos de contagio de VIH. EFE