Alejandro Jodorowsky no es admirador de la propuesta musical de Lady Gaga, pero acepta que hay algunos elementos que la cantante estadounidense ha adoptado en su personaje de “Mother Monster” que le resultan atractivos.
“Si Lady Gaga fuera una jorobada, diría que es un bello monstruo, pero no lo es, es una mujer normal. Eso sí, es simpática y da show; aunque para mi, hay dos tipos de espectáculo: el que parece ser y el que es. Yo no quiero parecer, sino ser”, explicó el cineasta y dramaturgo chileno el lunes en la Ciudad de México.
“Lady Gaga es una mujer normal disfrazada de monstruo, es como si fuera una gallina con plumas de pavo real, no es monstruo, aunque quiera actuar como si lo fuera”, agregó el también psicomago, escritor y tarotista.
De visita en la capital mexicana, en donde participará el próximo viernes como creativo en el concierto de su hijo Adán, conocido como “Adanowsky”, Jodorowsky dijo que no puede criticar a Lady Gaga porque le parece simpática, además de que le han dicho que la canción “Alejandro” fue escrita por la estadounidense a modo de rendirle tributo a su trabajo en el cine y el teatro.
En 2010 Lady Gaga declaró en una entrevista con Fuse TV que su inspiración para escribir “Alejandro” fue su “miedo al monstruo del sexo”.
Jodorowsky, realizador de “Santa sangre” y “El topo”, ha sido famoso desde el principio de su carrera por mantener una conexión con músicos como Los Beatles, James Brown y Peter Gabriel, pasando por el polémico Marilyn Manson y más recientemente con Erykah Badu, quien se inspiró en su película “La Montaña Sagrada” para tatuarse en los hombros la palabra Alá en árabe, acto que le valió la cancelación de un recital en Malasia recientemente.
El cineasta, quien fungió como sacerdote en la ceremonia nupcial de Marilyn Manson y su ex esposa, la bailarina Dita Von Teeese, atribuyó esa fascinación de los músicos hacia su obra porque al igual que el arte de Jodorowsky, el rock busca romper barreras.
“Siempre traté de romper límites mentales, lo que todo ser humano debe buscar es una libertad espiritual, en ese sentido, yo no lo busqué, ellos (los músicos) me eligieron. Cuando hice ‘El Topo’ me tacharon de loco, asesino de burros. Hicimos una función en Nueva York, y yo estaba ahí conviviendo con John Lennon, Ringo Starr … aunque la verdad, yo no escucho música, porque me distrae cuando escribo”, dijo el psicomago de 83 años de edad.
Jodorowsky dijo que aceptó la propuesta de participar como artista visual en el espectáculo irrepetible de Adanowsky “La Muerte de Amador”, no sólo por tratarse de su hijo.
“Yo admiro a Adán Adanowsky, que es su nombre artístico, por eso estoy aquí, para servirle. Si fuera un mal músico no me prestaría para trabajar con él”, afirmó el cineasta.
La mancuerna Jodorowsky-Adanowsky continuará en otros proyectos. El músico será dirigido por su padre en la película que marcará su esperado regreso al séptimo arte, después de casi dos décadas de ausencia.
“Teníamos planeado hacer la secuela de ‘El Topo’, se llamaría ‘El Hijo del Topo’, pero ahora haremos otra, ‘La danza de la realidad’, basada en mi libro autobiográfico. De aquí viajaré a Chile, porque para mí es muy sencillo, ese proyecto es un hecho. Es un proyecto cuando estás buscando el dinero, y es un hecho cuando el dinero está ya en el banco, y el dinero ya está”, dijo el dramaturgo.
En la cinta Adanowsky dará vida a un anarquista que busca asesinar a un dictador muy parecido a Augusto Pinochet, líder de la dictadura militar en Chile de 1973 a 1990.
En cambio, Jodorowsky negó que tenga planeado realizar una película en inglés pues durante casi toda su carrera se ha mantenido en el “subterráneo”, como un artista independiente.
“No haré un filme en inglés sólo para que me acepten. El cine comercial está podrido y hay que renovar el lenguaje cinematográfico”, dijo Jodorowsky, cuya carrera como cineasta y dramaturgo floreció durante su residencia en México en la década de 1960 y 1970.