Un gran número de hospitales en Siria, especialmente el militar de Homs y el de Latakia “se han convertido en centros de tortura”, denunció hoy el Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos (ACNUDH).
“Los hospitales en Siria se han convertido, de hecho, en centros de tortura de heridos” que han necesitado atención médica luego de la represión violenta de las manifestaciones en contra del régimen de Bashar al Assad, afirmó el portavoz del ACNUDH, Rupert Colville.
Colville explicó que el día de ayer la Alta Comisionada, Navi Pillay, recibió las imágenes que fueron transmitidas por el canal británico “Channel 4”, las que coinciden con lo que ya ha denunciado la Comisión de Investigación de Naciones Unidas (ONU) en su último informe.
Se tienen informes que documentan el hecho de que las mismas autoridades “han advertido al personal sanitario que no deben curar a los heridos. De hecho, pedían a los que trabajan en las ambulancias que llevaran directamente a los heridos a los centros de detención, en lugar de a los hospitales”.
En otros casos las fuerzas del gobierno, muchos de ellos en acciones independientes, se han vestido de médicos y torturan a los pacientes inflingiéndoles castigos reprobables como electroshocks, suspensión por los pies, golpes en sus heridas, los encadenan a sus camas, denunció Colville, entre algunos otros tipos de tortura.
Asimismo se cuenta con pruebas de que las autoridades “han exigido al personal sanitario no tratar y no curar” a los heridos que llegan al hospital y que claramente han participado en las protestas.
Si el personal médico desobedece, también son sometidos a tortura y otros castigos, señaló Colville, quien indicó que según lo investigado por la ONU al menos se han detectado 38 centros de detención en 12 ciudades en donde la práctica de la tortura es rutinaria.
Según la Convención contra la Tortura, no hay ninguna circunstancia excepcional bajo la que se permita cometer actos de tortura, ni siquiera durante la guerra, en conflictos armados, en la guerra contra el terrorismo o cualquier emergencia pública.
El uso de la tortura “no es una novedad en Siria”, sino que se ha registrado desde hace cuatro décadas bajo la protección de la ley de emergencia, “una situación que se ha agravado a niveles indescriptibles en los últimos meses”, deploró la ACNUDH.
Colville afirmó que también se tiene evidencia de la complicidad de algunos médicos en los procesos de represión en los hospitales.
En cuanto la población pudo advertir estos peligros empezó a organizar centros hospitalarios clandestinos, sin embargo “parece que las fuerzas de seguridad las han descubierto y también han sido atacadas y las han convertido en centros de tortura”, lamentó ACNUDH. (Notimex)