El secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, llamó a la responsabilidad de todos y cada uno de los actores políticos y sociales a actuar con mesura, sensibilidad, pleno ejercicio de la libertad, respeto de los puntos de vista de otros y estricto apego a la ley, de cara a la cita histórica que tiene México el 1 de julio.
Al encabezar el 20 aniversario de la reforma constitucional en materia religiosa y la promulgación de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, expuso que éstas son el aliado natural del Estado y de las autoridades para cerrar el paso a la delincuencia y al crimen organizado, al promover valores y el combate a las adicciones.
Subrayó que “el próximo 1 de julio las mexicanas y los mexicanos tendremos una nueva cita histórica con las urnas, para refrendar una vez más nuestra genuina vocación democrática”.
Sobre todo, agregó, “actuando en todo momento con estricto apego a la ley”, pues el país requiere de la vigencia de un Estado laico fuerte que otorgue a todos certidumbre y garantía de respeto al inalienable derecho a la libertad religiosa y donde la participación solidaria y cívica de los actores se guíe por el absoluto respeto a la norma.
Ante el nuncio Christophe Pierre, representante del Vaticano en México; el obispo Antonio Chedraui, representante de la Iglesia Ortodoxa en México, así como de jerarcas católicos y ministros de diferentes cultos religiosos, Poiré estableció que las asociaciones religiosas cuentan y contarán siempre con el decidido apoyo del gobierno federal en el marco de la ley.
A las asociaciones religiosas las exhortó a que, en el marco de sus enseñanzas, “enfaticen entre sus congregaciones muy especialmente el sentido de responsabilidad de la persona, la responsabilidad de ser mejor, de buscar la felicidad, de servir a la familia, a la comunidad, a nuestro país”.
Alejandro Poiré refrendó la disposición del gobierno federal al trabajo conjunto y al diálogo franco con los organismos de ese tipo para impulsar las transformaciones que requiere México.
Las asociaciones religiosas, insistió el titular de la Segob, son la dimensión institucionalizada y organizada del derecho de la libertad religiosa y una fuente de regeneración de reconstitución y de protección del tejido social, indispensable para México.
Por ello “toda la labor que realizan las instituciones vinculadas con asociaciones religiosas no solamente es encomiable sino fundamental para el bien de nuestro país”, puntualizó. (Notimex)