Este fin de semana pasado todos los medios de comunicación dieron a conocer ‘la noticia’ sobre el alza mensual ya programada en el precio de las gasolinas. De acuerdo a la política de precios controlados que se ha seguido ya por décadas para las gasolinas que se venden en el país, la gasolina Magna incrementó su precio en 9 centavos, por lo que se vende a 10 pesos el litro, y la gasolina Premium se incrementó en 5 centavos, por lo que su precio ahora es de 10.74 pesos por litro.

 

Hasta allí el hecho, insisto, nada novedoso porque la Secretaría de Hacienda ya lo había dado a conocer en septiembre pasado con la presentación del Paquete Económico 2012, y esta misma política de precios predeterminados fue ratificada públicamente por los propios funcionarios de Hacienda a inicios de año. Allí están los reportes periodísticos para constatarlo.

 

Por eso llaman la atención algunos titulares de diarios y portales que dieron a conocer ‘la noticia’. En el portal de El Universal se leyó: “Este sábado tercer gasolinazo del año”. Al día siguiente, el mismo diario en su versión digital encabezó: “Magna llega a 10 pesos litro; sigue el alza a combustibles”. En La Jornada On Line decía un titular: “Hoy, tercer gasolinazo del año; Magna sube a 10 pesos el litro”. El Sol de México encabezó: “Llega a 10 pesos el litro de magna con el tercer gasolinazo del año”. El portal de Noticieros Televisa tituló en su nota sobre el tema: “Nuevo gasolinazo, costará 10 pesos el litro de Magna”. Y el diario Tabasco Hoy va más allá cuando encabezó el sábado: “Gasolinazos tendrían efecto en las urnas”.

 

Por lo visto, el término ‘gasolinazo’ llegó para quedarse en los medios sin mayor reflexión de por medio. En su uso ya no importa si el incremento de precio es pequeño o grande, si es razonable en términos comparativos internacionales o no. Pero más allá del uso del término para identificar un incremento de precio -que en su origen tuvo una intención política y que bien podría calificarse de sensacionalista en la actual coyuntura- el ‘gasolinazo’ es, en el fondo, un reclamo permanente para ensanchar los subsidios al precio de las gasolinas con fondos públicos.

 

Y francamente no creo que los medios que utilizan el término hayan adoptado esa posición.

 

SÍGALE LA PISTA

BTG PACTUAL EN MÉXICO.  Le dijimos el 30 de enero que  el banco de inversión BTG Pactual –el noveno por activos en Brasil- tiene en la mira a México como el siguiente punto de desembarco después de adquirir a la chilena Celfin Capital. El banco, presidido por André Esteves, llamado ‘el rey del riesgo’ en Brasil, se define como un ‘asset manager’ que quiere convertirse en el mayor puente de la región entre los grandes fondos de inversión a la caza de rentabilidades y las oportunidades de negocios en la región con empresas que quieren crecer más allá de sus fronteras. Con esa mira en mente BTG Pactual está buscando acelerar su expansión en la región y México es un objetivo inmediato. En enero pasado contrató a Gordon Lee, ex jefe de análisis para América Latina de UBS, para abrir la oficina y expandir su negocio en México, un mercado estratégico por su potencial de negocio.

 

COINCIDENCIA. Parece que Cristina Fernández de Kirchner y Guillermo Ortiz han coincidido en una cosa: en reclamar menos dividendos y más inversión a las empresas extranjeras.

 

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