El presidente mexicano, Felipe Calderón, dio la bienvenida al papa Benedicto XVI al llegar a este país para una visita de tres días y dijo que su presencia “adquiere un significado enorme en las horas aciagas” que atraviesa la nación.
“México se siente honrado por ser la primera nación de habla hispana que usted visita en el continente americano”, afirmó Calderón en un mensaje de unos quince minutos que pronunció al lado del Papa en el aeropuerto internacional de Guanajuato.
En su discurso, Calderón, que el próximo 1 de diciembre cederá el poder al presidente que sea elegido en los comicios del 1 de julio, hizo una especial mención a la violencia que sufre el país por las acciones del crimen organizado.
“Son muchos los desafíos a los que los mexicanos nos ha tocado enfrentar en los últimos tiempos”, afirmó el mandatario, que citó de pasada los efectos de la crisis económica, “la más profunda de las generaciones actuales”.
“México también ha sufrido la violencia despiadada y descarnada de los delincuentes. El crimen organizado causa sufrimiento a nuestro pueblo y tiene el siniestro rostro de la maldad”, añadió.
Calderón dijo que el país comparte con el Papa “el anhelo de justicia y paz duradera” para generar un desarrollo humano integral.
“Luchamos cada día para dar a nuestras familias las condiciones de seguridad y de vida pacífica que les permita desarrollarse plenamente”, agregó el gobernante.
Añadió que México esperaba del Papa “palabras de consuelo” y dijo que confía en que su visita “constituya un hito de mayor significado, una nueva época” en los vínculos entre este país y el Vaticano.