Benedicto XVI aterrizó en el Aeropuerto Internacional de León de Guanajuato; lo recibió para el presidente Felipe Calderón acompañado por su esposa Margarita Zavala y el arzobispo de León, José Guadalupe Martín Rábago.
Unos minutos antes de la hora prevista para el aterrizaje, las campanas de l Catedral y las iglesias de León no dejaron de repicar para dar la bienvenida al sumo pontífice, proveniente de un vuelo de Alitalia desde el Vaticano, en Roma.
La ciudad de León suspendió sus actividades cotidianas por la visita del Papa, la cual tendrá una duración de tres días.
En su discurso de bienvenida, el presidente Calderón dio un mensaje de bienvenida a Benedicto XVI, en el cual aseguró que México se siente contento por su visita.
“A pesar de que México ha sufrido la violencia descarnada y despiadada de los delincuentes como muestra de su maldad, y de haber sufrido sequias sin precedentes y recientemente sismo; esto no ha quebrantado al país”
Calderón aseguró que los desafíos que enfrenta el país quizá hubieran quebrantado a otros pueblos, pero aseguró que México está de pie.
“México está de pie, porque somos un pueblo fuerte, perseverante en la esperanza y en la solidaridad, un país que tiene fuertes valores y principios, pues labramos un mejor futuro a nuestra familia”.
El primer mandatario aseguró que la visita del sumo pontífice alentará a los mexicanos.
“Su presencia alentará el esfuerzo de los mexicanos y reconfortará su alma, su visita en estas circunstancias es un gesto de solidaridad con nuestro pueblo”.
Calderón señaló que México es el segundo país con más católicos en el mundo.
“México es un país hacia la consolidación de la democracia, a la libertad de culto, a la pluralidad ideológica en un estado laico como el que somos; su visita es la mayor alegría para el pueblo mexicano”.